Edición

Borrar
El principio de la cola para entrar a La Sitarilla, en San Miguel Alta. J. E. C.
En la cola de La Sitarilla: «Te queda una hora»
De Graná

En la cola de La Sitarilla: «Te queda una hora»

La gente ya no sale de tapas sin consultar las reseñas de Google ni sin reservar una mesa. Tendrá sus cosas buenas, pero el ritual de la tapa es otra cosa, algo profundamente enraizado en la educación, la genética y la fe del ser granadino

Lunes, 10 de marzo 2025, 00:08

«Te queda una hora», leo en la pared. Alguien ha escrito la frase con un rotulador negro, junto a una sonrisa formada por dos ... puntos y una línea. Toda la fachada está llena de pintadas. En realidad, toda la calle San Miguel Alta parece la puerta del baño de un pub de Pedro Antonio. «Cuando sea bombero, vengo con Ana, Julia y Dani y los invito». «No hay más ciego que el que no quiere ver». «Bebe rubia la cerveza pa acordarte de su pelo». Se ve que cuando la gente se aburre, escribe. «Te queda una hora», repito en voz alta mientras me pregunto por qué demonios estoy aquí. ¿Qué necesidad tengo de hacer cola para entrar en un bar? Entonces recuerdo que esta es la tercera vez que lo intento, que es una cuestión de orgullo y que, maldita sea, el universo me debe un plato de carne en salsa de La Sitarilla.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal En la cola de La Sitarilla: «Te queda una hora»