Sanidad en Granada
El jefe de Sección de Urología del San Cecilio advierte sobre la detección temprana del cáncer de próstataEl doctor Arrabal insiste en la revisión periódica en mayores de 45 años en el Día Mundial de esta enfermedad, que cada año se diagnostica a más de mil granadinos
Hombre, mayor de 45 años y asintomático o con pocos síntomas. Ese es el perfil del paciente de cáncer de próstata, el más frecuente entre ... la población. En la provincia de Granada, más de mil varones son diagnosticados cada año de esta patología, que en el 80% de los casos está localizada y tiene cura. No obstante, «las revisiones periódicas son fundamentales para una detección precoz», recuerda en el Día Mundial del Cáncer de Próstata, este martes 11 de junio, el jefe de Sección de Urología del Hospital Universitario Clínico San Cecilio, Miguel Ángel Arrabal.
La incidencia en España se sitúa en 170 casos por cada 100.000 habitantes. «Si en la provincia hay un millón de personas, se registran anualmente 1.100 pacientes, aproximadamente, con problemas relacionados con el cáncer de próstata», señala el experto. Normalmente, «no da síntomas». Por eso, se recomienda a los hombres con antecedentes familiares que, a partir de los 45 años, se sometan a revisiones periódicas en el urólogo. Si no, a partir de los 50, y si los antecedentes son de otro tipo de cáncer o de alguna alteración genética consecuencia de uno, a partir de los 40, ya que «la agresividad puede ser mayor».
Existen diversas maneras de detectar el cáncer de próstata. En primer lugar, está el PSA, un antígeno prostático específico que «aunque no es solo propio de este cáncer, sí está muy presente en la próstata». Cuando en los análisis la cantidad de PSA es elevada, se realiza una prueba de tacto rectal, método que detecta el 20% de los casos. Se complementa con una resonancia magnética. «Estos son lo tres pilares fundamentales antes de la biopsia, que requiere una muestra que se toma a través del recto o del perineo para hacer un diagnóstico definitivo del paciente», explica el doctor Arrabal.
El 80% de los cánceres de próstata son localizados y tienen algún tratamiento curativo. A día de hoy, el más extendido es el quirúrgico. La cirugía robótica ofrece «importantes ventajas» respecto a la convencional, es «mucho más precisa, menos invasiva». Por otro lado, están la radioterapia externa y la braquiterapia, que consiste en introducir semillas radiactivas en la zona. «Hay incluso vigilancia activa, que implica la revisión periódica en casos de bajo riesgo que revelan poca carga tumoral en la biopsia», subraya.
Claves del tratamiento
El objetivo es, a través de un control estrecho del paciente en cuestión, retrasar el tratamiento local definitivo «lo más posible». Esto se debe a que «tratar el cáncer de próstata conlleva múltiples consecuencias», advierte el jefe de Sección de Urología del Clínico San Cecilio. En este sentido, Miguel Ángel Arrabal destaca que las dos principales secuelas son la incontinencia urinaria y, «la que es más preocupante», la aparición de disfunción eréctil.
Asimismo, el doctor insiste en que «un porcentaje muy alto» de personas con cáncer de próstata localizado de bajo riesgo «se cura». La situación «se complica» con tumores metastásicos (el 20% de los diagnosticcados), pero existen nuevas terapias y fármacos que ayudan a cronificar la enfermedad, y el paciente acaba falleciendo por otras causas.
Aunque la demanda de consulta «está creciendo» en los últimos años, el tema urológico sigue siendo «tabú» para algunos hombres. Así, Arrabal insiste en la importancia de las revisiones periódicas, que son «clave» para una detección temprana.
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