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«Están intentando desmantelar la escuela rural y no lo vamos a permitir»
Las familias se concentraron este miércoles para denunciar el cierre de unidades en los colegios rurales de la Alpujarra y la falta de profesores
Las aulas del colegio rural de Bérchules y de Torvizcón permanecerán vacías «de forma ininterrumpida e indefinida» por la huelga que están realizando los ... cerca de 130 niños de entre 3 y 13 años que conforman la comunidad educativa de estos centros y que han decidido no ir a clase hasta que «se deje de discriminar la escuela rural». La principal queja que acumulan tanto alumnos como sus familiares y docentes es el cierre de unidades que aseguran que se ha llevado a cabo en este presente curso escolar. «En Bérchules hemos perdido unas 3 unidades y en Torvizcón una y eso afecta a las clases porque se unifican a los niños de distintos cursos, con lo que la calidad de las clases es peor», explicó al respecto el alcalde de Bérchules, Ismael Padilla, durante la concentración que familiares y alumnos llevaron a cabo a las puertas de la delegación de Educación de la Junta en Granada.
«Nos reducen el número de unidades y de docentes. Pero distribuyen a los alumnos para que no se exceda la ratio, que es el corte que tenemos para ver cuántos profesores nos corresponden, pero entonces esto provoca que haya niños de cuatro cursos diferentes en un mismo aula», indicó Irene Avivar, vocal en la Alpujarra de la Federación Provincial de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado de Granada FAMPA Alhambra.
Según explicaron los participantes de la concentración, los profesores intentan hacer todo lo que está en su mano para que el aprendizaje sea el mejor posible y para que las clases tengan la máxima calidad, «pero poco pueden hacer en una clase en la que hay tanto niños de tres años como de Primaria». «Si tenemos un solo maestro para todos, si se pone malo no hay forma de que los niños sigan teniendo clase. Además, que si se da de baja, es muy difícil sustituirlo, porque casi ningún profesor quiere trabajar en un lugar de difícil cobertura como es este», relató Miguel, padre de uno de los niños que no volverá a clase en los próximos días. A su hijo, con el que comparte nombre, le encanta ir a clase y disfruta con cada actividad que hace en el aula. Para sus padres, esto es un alivio, porque ambos trabajan y así consiguen cuadrar sus horarios con los del niño. «Que falte a clase nos viene un poco mal a todos, pero vamos a hacer un esfuerzo porque lo hacemos por su bien, por su futuro, y también por el del pueblo», afirmó el progenitor.
Tal y como explicó Mari Luz Manzano, presidenta del AMPA 'Pedro Antonio de Alarcón', el Colegio Público Rural Alpujarra incluye aulas tanto en Bérchules, como en Alcútar y Juviles, localidades donde tampoco irán a clase los niños hasta que no se solucione el asunto de las unidades. La presidenta del AMPA también explicó que la falta de profesorado ha provocado que las clases de Infantil de Bérchules hayan perdido las horas de Educación Física al no contar con docentes suficientes.
«No es cuestión de las ratios, porque somos conscientes de que las cuestiones numéricas están dentro de la norma. Pero pedimos que en nuestros pueblos, que tienen riesgo de despoblación alto, se cubran nuestras necesidades», indicó el alcalde de Bérchules. A esto añadió: «Un colegio que se cierra es un pueblo que se muere, y eso es lo que queremos evitar a toda costa».
Por su parte, la Junta de Andalucía asegura que el propio jefe del servicio de planificación ha recibido a parte de los manifestantes para comentarles que la escolarización se ha hecho «conforme a la normativa vigente» y que «ellos mismos han reconocido que los número de las ratios son legales». Asimismo, aseguran que en breve, el propio delegado de Educación, Antonio Castillo, les va a recibir para darle las explicaciones necesarias.
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