La integración abre la puerta a una profunda transformación de la zona este de Andaluces

La parcela, que antaño fue parte de la estación, quedó separada cuando el servicio de transportes se puso en marcha. Parte de los terrenos acogieron usos residenciales y otra porción fue ocupada por ADIF para el traslado de parte de las oficinas. El resto quedó convertido en un inmenso erial después de que el intercambiador previsto por la Junta de Andalucía en el mismo decayera ante el rechazo de la Universidad de Granada a la operación.

Incluida en septiembre en la propuesta presentada por el ministro Óscar Puente para acabar con la crónica división entre Chana, Pajaritos, Juventud y Bobadilla, su futuro parecía encaminado a albergar una gran zona verde y más oficinas de ADIF. La intención del Ayuntamiento, sin embargo, era aprovechar parte de los terrenos para dar usos hoteleros o residenciales.

Los pliegos aprobados esta semana por el Gobierno tras nueve meses de conversaciones con el Consistorio y la Junta abren la puerta a que todas las propuestas confluyan: las del ministerio, las del equipo de gobierno y las de los especialistas ferroviarios consultados por IDEAL. La documentación, que está abierta al público en la plataforma de Contratación del Estado, revela el interés por integrar esta zona en el contexto de Andaluces.

El encargo de ADIF-Alta Velocidad es que se analicen todas las posibilidades a la hora de elaborar el proyecto básico de remodelación y ampliación del edificio de viajeros. En los pliegos, la administradora recalca que lo que se pretende es que Andaluces sea «una nueva puerta de acceso a la ciudad». Para lograrlo, no se cierra a diseñar una extensión de la infraestructura limitada al empleo del actual edificio, sino que permite también que se configure un nuevo volumen junto a los ya existentes siempre que se tenga en cuenta la explotación ferroviaria.

La directriz de los técnicos a la encargada del estudio es que parta de la propuesta de mejora ya aprobada por el Gobierno, que prevé la conservación del edificio histórico como vestíbulo de llegada. En cuanto al resto de la terminal, la creada para la llegada del AVE en 2019, la idea era extenderlo hacia el sur para que adquiriera únicamente la función de vestíbulo de salidas. La solución que se proyecte ahora deberá «aportar capacidad de explotación» y valorar la creación de cubiertas ajardinadas y una nueva fachada panorámica que sirva de ventana a la Alhambra y Sierra Nevada.

Los pliegos, no obstante, señalan aquí la gran novedad, que implica a la parcela al otro lado del metro, al requerir una solución donde este sistema de transporte sea «desplazado o soterrado» con idea de «aumentar la superficie de la estación hacia el este».

De ser así, los terrenos deberían adaptarse a las nuevas circunstancias. Así lo aclara la propia documentación al referir el encargo del parque urbano previsto en los terrenos que ahora están vacíos. ADIF delimita que una porción de este solar podrá ser utilizado para «reubicar edificios anexos de oficinas de ADIF» y en el resto se proyectará «un gran parque con usos dotacionales, equipamientos, residencial, hotelero o cualquier otro que se considere de interés». No obstante, afina que el anteproyecto que se realice deberá tener en cuenta también la posibilidad de «desplazar o soterrar las vías del metro», lo que reduciría la superficie útil del parque ante un posible uso ferroviario.

Los especialistas consultados apuntaban a esta última fórmula al considerar el escaso espacio con el que se cuenta en la actualidad tanto en lo relativo al vestíbulo como al número de andenes. Aseguraban que, ante la posibilidad de poner en marcha un servicio de cercanías al aeropuerto como está pactado en la mesa técnica del integración y con los flujos previstos para 2030, Granada debía asegurarse que no ocurría como hace poco más de un lustro, cuando se retocó Andaluces para la llegada del AVE y ya el primer día se vio que las dimensiones no eran suficientes.

A la espera de lo que resulte, ayer tuvo lugar la reunión técnica de la integración. Gobierno, Junta y Ayuntamiento se congratularon por los pliegos y se emplazaron tras el verano para empezar a diseñar el convenio que permitirá la operación.