Un inicio de curso en Granada al ritmo de Miguel Ríos
Los 500 alumnos del colegio Fuentenueva entran a las aulas con el 'Bienvenidos', una máquina de burbujas y globos de colores para «empezar las clases con una sonrisa»
Siempre se recurre al tópico de asimilar el principio del curso con una fiesta –pueden echarle un ojo a las hemerotecas para comprobarlo–. La fiesta ... de la educación, la fiesta de la felicidad, la fiesta de los niños, la fiesta de los padres… Pero lo que ha sucedido hoy entre las 11.00 y las 12.00 horas en el Colegio Fuentenueva de Granada ha sido un fiestón. Un fiestón en toda regla. Los chiquillos han sido recibidos al ritmo del 'Bienvenidos' de Miguel Ríos y el 'Voy a pasármelo bien' de los Hombres G, hubo máquinas de pompas y guirnaldas con globos de colores. Dos horas antes, ya andaban por allí los cuarenta maestros preparándolo todo con la misma ilusión con la que los quinientos niños y niñas de Infantil y Primaria del Fuentenueva entraron en las aulas después de dos meses de merecidísimas y aprovechadísimas vacaciones. «Si los recibimos con una sonrisa, ellos te reciben con otra», señalaba David Vives, docente de Música Bilingüe, en medio de la algarabía.
«No veas cómo se lo curran», era el comentario generalizado entre las madres y padres. Madres como Charo Arcas, administrativa de la universidad, que en una mano llevaba a Alejandro, de siete años, vestido con la equipación del Real Madrid que le había regalado su abuelo, y en la otra a Candela, de cuatro años, que para un día tan importante había elegido nada más que un vestido de princesitas de tul de Jasmine, Tiana y Ariel. «Esta mañana se han levantado los dos a la vez, a las nueve menos cuarto, no ha hecho falta insistirles», comentaba entre risas Charo, que se ha tenido que pedir el día en la Universidad «porque hoy la reincorporación se ha hecho desde las once de forma escalonada y porque también me apetecía».
Alejandro, que se reencontraba con los coleguillas, no ocultaba sus ganas de volver. Después de un veraneo pletórico entre Mazarrón y el Cabo de Gata, echaba de menos a sus amigos. Preguntado por sus asignaturas favoritas, el zagal lo tiene claro: Matemáticas y Educación Física.
Implicación
Irene Maldonado no solo lleva a su hijo Pablo a quinto de Primaria del Fuentenueva. También está especialmente implicada en la comunidad escolar del centro porque es Técnica de Intervención Asistida con Animales. Así que este viernes no solo acompañaba a Pablo, sino que llevaba de la cuerda a Gala, una preciosa Golden Retriever de cinco años adiestrada para estar con los críos. Gala estuvo un buen rato en las clases de los más peques, dejándose acariciar y paseando entre los pupitres. «Es una manera ideal para que los más chiquitines se tranquilicen y lleven estas primeras horas de la mejor manera posible», explicaba.
Como progenitora de Pablo, Irene destacaba que esta vuelta a la normalidad, «tras este periodo de dos años en que los niños han visto limitadas sus posibilidades de socialización por la pandemia», es muy importante. «Desde el primer momento los críos han podido ser ellos mismos, mirándose a las caras y sonriendo», comentaba. «A pesar de que se han adaptado bien, ellos necesitan jugar con normalidad, abrazarse y tener autonomía, porque hasta ahora han estado teledirigidos, como los adultos también lo hemos estado». «Los profesores de aquí son increíbles», destaca.
Dentro de la mochila de Pablo, la imprescindible botellita de agua, las libretas, el estuche, los lápices de colores, la regla, la escuadra y el cartabón… y también un montón de ganas de aprender y pasárselo bien.
Cristina Martínez, seño de Lengua, Matemáticas y Valores en el colegio Fuentenueva, dice que «los preparativos se hacen con mucha alegría». «Tenemos ganas de estar con ellos, y de empezar el currículo y todos los proyectos transversales que estamos desarrollando en áreas como ciencia, salud y deporte y música y patrimonio«. En la primera, el alumnado realiza experimentos en el laboratorio que luego explican a los ciudadanos en una carpa en el Paseo del Salón. La segunda se articula en torno a un programa de actividades junto a los futuros intérpretes que se forman en el Conservatorio y salidas para conocer distintos monumentos de Granada. Y en la tercera se organizan, por ejemplo, charlas con especialistas sobre alimentación saludable.
Respecto a la faena en esta primera jornada docente, Cristina asegura que, tras esa pequeña fiestecilla en la puerta, los menores se organizan en filas junto a sus maestros, y se dirigen a sus clases para realizar una asamblea de integración, hablar un rato para conocerse –los hay nuevos o que en cursos pasados estuvieron con otros compañeros– y proporcionarles todos los datos prácticos como los horarios.
«Nuestro trabajo empezó el 1 de septiembre»
Luis Pinto Juárez, director del Fuentenueva, explica que la actividad no empieza este lunes con el inicio de las clases, «sino que los profesores llevan acudiendo al centro desde el 1 de septiembre». Unos días previos en los que el claustro determina cuestiones tan importantes como cómo será esta jornada de bienvenida. «Ahí se decidió que la fiestecilla fuera en torno a Miguel Ríos, que el año pasado colaboró con nosotros en una actividad». «Pensamos –agrega– que era una buena manera de tematizar el colegio para que no hubiera una ruptura entre la cotidianidad del verano y la novedad de empezar la actividad académica.
En esta labor desarrollada estas dos semanas, también se valoran otras cuestiones no menos importantes como la hora de entrada en una jornada como la de hoy, de forma escalonada entre las once y las doce, y la de salida que sí tiene que ser inexcusablemente a las dos de la tarde. Respecto a las dinámicas iniciales, integración de los alumnos, asambleas de cohesión y datos prácticos para el funcionamiento en el día a día.
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