Los ingresos en UCI por puñaladas aumentan en Granada desde el fin de la pandemia
Nueve pacientes fueron atendidos el año pasado en esta unidad del Neurotraumatológico, referente provincial, donde ocho de cada diez hospitalizados son hombres
Nadie quiere entrar en ese lugar. La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Neurotraumatología y Rehabilitación de Granada, referente provincial, es el rincón ... donde ingresan los heridos más críticos. Son momentos de vulnerabilidad extrema donde cada minuto cuenta. Un espacio rodeado de historias, llantos y agradecimientos del que, afortunadamente, nueve de cada diez salen con vida. La mayoría de pacientes han sufrido un accidente de tráfico o una caída. Un porcentaje menor representa a aquellos que han sido apuñalados, pero destapa una realidad preocupante, la de la violencia. Además, los hospitalizados por esta causa han aumentado desde el final de la pandemia. En la última década nunca representaron más del 2% de los ingresados, pero ahora se sitúa en torno al 6%.
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La mitad de los ingresados en la UCI habían consumido alcohol y/o drogas
Francisco Guerrero, jefe de sección, detalla que en 2024 fueron nueve ingresos por este motivo; en 2023, doce; en 2022, uno; y en los nueve años anteriores, veinte. «Ha subido de forma importante y representan bastante más de lo que teníamos previamente. Si llegan vivos al hospital, en general tienen una supervivencia superior al resto, ya que suelen ser jóvenes y sanos de base», agrega. El 80% son varones.
La cifra de hospitalizados en esta área por heridas de bala es menor, aunque hay que tener en cuenta que muchos de ellos no llegan al hospital, ya que fallecen debido a la gravedad de su estado. Los de la última década se concentran sobre todo en los años más recientes. Sin embargo, el dato se mantiene estable -fueron tres en 2024, tres en 2023 y cinco en 2022- y representan en torno al 2% de los traumas que necesitan hospitalización en la UCI.
Con armas de fuego y armas blancas se produce el conocido como trauma penetrante. Fundamentalmente es abdominal y torácico. El craneal está más bien relacionado con los disparos y tiene «una mortalidad altísima». «Si el trauma llega a penetrar en el cuello, el tórax o el abdomen y, algunas veces, en las extremidades, hay determinadas lesiones que pueden conllevar daño vascular», apostilla Francisco Guerrero. Casi la mitad de los pacientes requieren cirugía urgente durante las primeras horas, y un 20% cirugía adicional pasado el primer día en la UCI.
Al año ingresan unos 160 traumas graves en esta UCI, centro de referencia provincial. Una cuarta parte de ellos han pasado previamente por otro hospital y han sido derivados después. «Muchas veces la estabilización definitiva se hace aquí, pero antes reciben un primer tratamiento y abordaje en otro sitio», indica Francisco Guerrero.
En los casos en los que hay una agresión física de por medio, los profesionales guardan con especial cautela la ropa de los heridos, por ser una posible prueba para la Policía Científica. «A veces tenemos a dos policías nacionales durante una semana en puerta de la UCI», detalla Luisa Quesada, supervisora de Enfermería en dicha UCI. También ocurre que hay presos a los que les conceden permiso para salir y acompañar a familiares en sus últimos momentos de vida en la UCI.
Desde el hospital tienen un enlace directo con las autoridades para contactarles cuando tienen que gestionar estos temas. «Esta es un área delicada, la gente está más nerviosa y los enfermos presumiblemente están en peores condiciones», alega. Y aunque nadie quiere entrar en esa UCI, lo cierto es que la inmensa mayoría, nueve de cada diez, consiguen salir adelante. La mortalidad allí es incluso más baja que si cogemos como referencia el hospital en su conjunto.
Vidas salvadas
Los profesionales sanitarios pelean por los pacientes «hasta la línea roja de la muerte» y, cuando cruzan esa línea, siguen luchando por salvar otras vidas. Esta UCI es referente en trasplantes de órganos y tejidos. El Hospital Virgen de las Nieves alcanzó su récord el pasado año, con 140 trasplantes -83 renales y 57 hepáticos-. Asimismo, la provincia logró un récord histórico en número de donantes, 60 en toda la provincia.
Así lo explica el jefe de servicio de UCI del Virgen de las Nieves, José Miguel Pérez Villares, que recuerda cómo Granada es un referente en solidaridad. La tasa de familiares que dicen que sí a la donación de sus allegados fallecidos se sitúa en 64,5 donantes por millón de población, por encima de la media andaluza (57,5). «Es un récord histórico, por encima también de la media nacional», agrega Pérez Villares.
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