Sucesos en Granada

Un incendio de noche en una vivienda despierta y atemoriza al Sacromonte y al Albaicín

El Callejón del Boli es tan sinuoso como las propias calles del Albaicín. Se puede acceder por la Cuesta del Chapiz o por el Camino del Sacromonte y su trazado es de lo más curioso, ya que si se entra por el Chapiz hay que torcer a la derecha luego de caminar unos cien metros por el callejón y, entonces, subir cuesta arriba por un tramo escalonado que gira en curva hacia la izquierda para morir en la entrada de un carmen.

Justo antes de terminar el recorrido, sobre la vertiente derecha, se encuentra la casa que ardió en la madrugada del sábado al domingo. Se trata de la clásica casilla blanca típica de estos barrios con apenas dos plantas. El jefe de Bomberos de Granada, Gustavo Molino, explicó a este periódico lo sucedido. «Se trata de un incendio que afectó a toda la vivienda. La estructura antigua de madera y la virulencia del fuego provocaron el hundimiento de la misma. No hay daños personales».

El servicio de emergencias 112 confirma los hechos. «Sobre las cuatro de la mañana recibimos varios avisos que hablaban de un incendio en una vivienda en la zona del Albaicín por encima del Peso de la Harina. Activamos a la Policía Local y a los Bomberos».

Añaden que a las seis menos cuarto Bomberos lo declaró extinguido. «La vivienda ha colapsado en su totalidad, ha resultado calcinada, y por eso ha quedado balizada y señalizada para que nadie acceda a la vivienda». También informan que los agentes de la Policía Local desalojaron a los vecinos de las viviendas de la zona.

Las llamas, el ruido del crepitar del fuego, la columna de humo y el intenso olor a plástico quemado despertó a los vecinos de la zona. Juan, uno de ellos, cuenta que la noche del sábado al domingo dormía con la ventana abierta para que entrara el fresco de la noche. «Entonces me despertó el gato y cuando abrí los ojos me di cuenta que toda la habitación estaba llena de humo».

«Rápidamente, prosigue, salí a la calle y comprobé que la plazuela del Peso de la Harina estaba llena de gente con la Policía Local que ordenaba el desalojo y los camiones de Bomberos que trabajaban para apagar el incendio». «Llegaron rapidísimo», explica, «lo que es de agradecer».

Resulta que las estructuras de este tipo de viviendas es de madera, hay vegetación y chamizos de caña en muchas terrazas y el fuego puede propagarse al saltar de una a otra. «Por eso estábamos completamente atemorizados», comparte.

A esas horas de la madrugada los agentes de la Policía Local también entrevistaban a los vecinos, cuenta otro de ellos. «Me preguntó si conocíamos a los dueños de la casa. Comentamos que podía ser la de un vecino que tiene síndrome de Diógenes». De hecho, los vecinos aprovecharon para denunciar que en este callejón hay una casa que estaba okupada. «Llevaba ya mucho tiempo abandonada y los okupas aprovechaban para entrar a vivir en ella».

Se da la circunstancia que esta misma semana pasada otro incendio ocurrió en la calle Santa Ana en otra casa que se encontraba okupada. El fuego no causó daños personales, sí llegó a poner en peligro la iglesia. Los vecinos llevaban años denunciando la situación.