El impuesto al plástico suma presión a la industria alimentaria granadina
Las empresas calculan que el coste de los envases subirá un 11% y temen los efectos de subida de precios en sectores como el aceite
Aún no han dado carpetazo a un 2022 marcado por la inflación y los sobrecostes de producción que han golpeado su rentabilidad y muchas empresas ... granadinas ya tienen el primer nuevo problema de 2023 sobre la mesa. El nuevo impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables, que entrará en vigor el 1 de enero, amenaza con añadir más presión a la industria en el actual y complejo contexto de incertidumbre.
A nivel nacional, el clamor ha sido unánime entre las distintas patronales de los sectores de consumo para pedir al Gobierno que aplace la implantación de este impuesto que costará 690 millones de euros a la industria española, según los cálculos de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB). No son ajenas a la preocupación general las empresas granadinas, sobre todo del sector agroalimentario, que temen que la tasa añada un sobrecoste de producción y agrave la presión inflacionista.
El nuevo impuesto gravará con 0,45 euros cada kilo de envase de un solo uso fabricado con plástico virgen. Aunque la industria ha ido evolucionando y gran parte de los embalajes se fabrican ya con plástico reciclado, las empresas utilizan envases de plástico virgen sobre todo para el contacto con alimentos, por lo que este impuesto gravará desde el film que envuelve los pastelitos industriales hasta el plástico de un solo uso que colocan en los talleres para proteger los asientos.
Castigado
El presidente de la Asociación Granadina de Industrias de la Alimentación (AGIA) y gerente de la empresa granadina Maritoñi, Raimundo López, explica que los fabricantes e importadores que asumirán el impuesto inevitablemente lo van a repercutir a sus clientes. «Los próximos envases que compremos vendrán con el impuesto aplicado lo que nos supondrá entre un 11 y 12% de subida en esta partida», esgrime López. Un nuevo sobrecoste para un sector muy castigado por la factura energética, que ha llegado a duplicarse y que está pagando por la harina un 37,6% más que el año pasado, un 30,9% más por la leche o un 50,5% más por el azúcar, según los últimos datos del IPC.
«Lo único que podemos hacer en este escenario es plantearnos volver a subir los precio finales de los productos, pero es muy complicado», apunta López, que lamenta que este nuevo impuesto «añada incertidumbre».
También la industria del aceite de oliva dado la voz de alarma a nivel nacional sobre el impacto que este impuesto tendrá a la hora de presionar el precio final del producto en los lineales. De hecho, la industria ha advertido que la petición de moderación que ha lanzado el propio Gobierno a toda la cadena para evitar que un producto de primera necesidad como el aceite se mantenga al alza choca de pleno con la implantación de este nuevo impuesto para la industria alimentaria.
«Estamos preocupados porque llega en el peor momento, nos están golpeando por todos lados»
elena lópez marín
Pta. Asociación provincial Almazaras industriales
«Estamos preocupados, porque en un momento en el que se nos ha encarecido todo, los fitosanitarios, el gasoil... cualquier subida añadida nos afecta profundamente. Nos están golpeando por todos los lados», esgrime la presidenta de la Asociación Provincial de Almazaras industriales de Granada, Elena López Marín.
Por su parte, desde la empresa granadina más grande del sector, Maeva, esgrimen que aunque el coste del envase es pequeño en proporción a la materia prima «el nuevo impuesto inevitablemente perjudicará al sector, que no tiene ningún otro envase sustitutivo del plástico».
«Inevitablemente este nuevo impuesto perjudicará al sector y administrativamente plantea dificultades»
luis torres morente
CEO Aceites Maeva
«Administrativamente, además plantea dificultades, ya que obligará a realizar distintos cálculos al tener que repercutir el coste del impuesto en el precio de la botella que vendemos en España, porque no es aplicable a las ventas de exportación», esgrime el CEO del Grupo Aceites Maeva, Luis Torres Morente.
También la consultora tecnológica Stratesys ha alertado de la complejidad que el nuevo impuesto planteará a muchas compañías.
«Este nuevo escenario supone un mayor coste para las empresas, el cual se verá reflejado en el precio final al consumidor afectando así, al estado económico general y a la cifra de IPC del próximo año. Otro aspecto a tener en cuenta es la complejidad del mismo a la hora de adaptarse a cada caso, siendo uno de los impuestos más enrevesados establecidos por la Agencia Tributaria. Esto se debe a que exige una trazabilidad rigurosa de los movimientos, y la cantidad de plástico aplicado a cada movimiento y a cada modelo de negocio de las compañías afectadas», esgrimen desde esta consultora.
«Subirá la demanda de plástico reciclado y el precio»
Los envases reutilizables, por ejemplo las bolsas de plástico, quedan fuera de este nuevo impuesto, así como los embalajes que utilizan plástico reciclado como materia prima. «Cada vez son menos las fabricantes de envases que utilizan un porcentaje de plástico virgen e imagino que asumirán el coste ellas para no perder clientes. A nosotros nos puede beneficiar para atraer nuevos clientes», esgrimen desde la empresa granadina Envases Ureña, que fabrica envases para alimentación con plástico 100% reciclado.
En otra de las empresas referentes del sector del plástico en Granada, Bolsas Juncaril, explican que su producto estrella, la bolsa de comercio proviene ya al 100% de material reciclado, aunque en las bolsas de uso industrial o envases alimentarios sí se sigue utilizando el plástico que a partir de ahora estará gravado.
«La consecuencia lógica es que la gente se vaya al material reciclado y evite el plástico virgen, por lo que aumentarán los costes del reciclado y está por ver si llegarán a equipararse», analiza el director comercial de Bolsas Juncaril, Manuel Ángel Morales.
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