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Ramón L. Pérez
La importancia de un euro

La importancia de un euro

El Banco de Alimentos celebra su sexta comida solidaria con entrega de reconocimientos

ENCARNA XIMÉNEZ DE CISNEROS

GRANADA

Domingo, 17 de noviembre 2019, 02:19

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No me extraña que el presidente, Indalecio García, presidente del Banco de Alimentos, estuviera orgulloso del ambiente y el éxito de la comida solidaria –ya van seis– en la que, además de pasar un buen rato, se colabora con las actividades de la fundación y se entregan reconocimientos a quienes, de alguna forma, se implican en la tarea.

Esa que ha permitido en el último año atender a casi cuarenta mil personas en la provincia, luchando para tener «dignidad con el débil», consiguiendo, aún en momentos difíciles, «este pequeño milagro». En esa labor es importante la colaboración de las entidades como el Ayuntamiento de Granada y la Diputación, las empresas y, fundamental, el apoyo del voluntariado.

Junto a miembros del equipo como la vicepresidenta, Margarita Muñoz y María García, el presidente se dirigió a los comensales para hablar de números: «somos muy austeros». Y dio un dato que me pareció muy interesante. Cada euro que recaudan permite mover veinticinco kilos de alimentos –y alcanzan hasta los cinco millones-. Toda una proeza, la verdad.

Tras la bienvenida de Indalecio, intervino el alcalde, Luis Salvador –que acudió junto a su mujer Lola Vellido– que, reiteró el compromiso con el Banco de Alimentos. Luego participó en la entrega de galardones para las que el primer edil pidió la presencia de las dos concejalas también presentes, Beatriz Sánchez y Mónica Rodríguez, de Vox con las que charló animadamente.

Al primer distinguido que saludé fue a Jesús Ramón Mellado, al que se le reconoció «su disposición, capacidad y eficacia en la organización de los conciertos benéficos a favor de nuestro Banco de Alimentos». No es la primera vez que me lo encuentro en este acto, en esta ocasión aún más feliz junto a su mujer Pilar Fernández-Palma.

Él mismo me presentó a la Madre Bondad, responsable de Escuela Hogar Divina Infantita, en la que hacen una gran labor y a la que agradecieron «su cariño, su alegría, su sonrisa, su sencillez y todo lo que aporta a los voluntarios del Banco». Junto a ella estaba también la Madre Amparo.

Méritos asimismo los que se valoraron «por su generosidad, entrega e interés en facilitar la gestión con sus programas informáticos» en la persona de José Ortega; y agradecimiento público a Alcampo Motril «por su labor, trabajo y dedicación diaria para donar al Banco sus excedentes y así puedan llegar a los más débiles». Y no se olvidaron de Francisco Galindo, que fue el segundo presidente, por el ímpetu, energía, trabajo y empuje en unos años que no fueron nada fáciles: «os puso a todos una bata blanca con el logo de nuestros pajaritos compartiendo y las llenó sólo de gratuidad, trabajo y mucho amor por la persona pobre y débil». Precioso acto, sin duda.

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