

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El gobernador, el alcalde, el conservador de la Alhambra, los ingenieros civiles, los periodistas, el público curioso... Todos giran el rostro a la cámara ese ... 22 de diciembre de 1907 para posar delante del tranvía, una elegante bestia sobre la que Granada se alza en el mapa de España. La fotografía, publicada en la revista Blanco y Negro hace ahora más de 80 años, recoge un momento relevantísimo en la historia de la movilidad en España. La capital nazarí no solo podía enorgullecerse de tener una solución mecánica para llegar a la Alhambra, sino que además empleaba un sistema único en el país.
Noticia relacionada
Pablo Rodríguez
La cremallera era un raíl dentado ubicado en los bajos que permitía que el vagón se adhiriera al terreno incluso en puntos con un altísimo desnivel, una tecnología avanzadísima para la época que ya se había probado en otros países europeos pero que aún no había alcanzado España.
El portento empezó a cobrar forma en 1904, cuando la empresa Tranvías Eléctricos de Granada, también conocida como TEGSA, planteó un proyecto para unir Plaza Nueva con la Alhambra. Diseñado por el ingeniero Rafael de la Escosura, la propuesta sufrió varias modificaciones hasta alcanzar su itinerario definitivo, 1.680 metros que conectaban el monumento con la ciudad. En 1905 entró en funcionamiento el primer tramo, que incluía las calles Colcha, Pavaneras, Santa Escolástica, Realejo, Molinos y Vistillas de los Ángeles.
TEGSA ideó tranvías de dos ejes con cajas fabricadas por Carde y Escoriaza, una parte mecánica diseñada por Locomotive Fabrik y un sistema eléctrico desarrollado por Thomson-Houston. Aprovechaba una corriente continua que alimentaba dos motores blindados con una potencia de 54 caballos. Las unidades tenían 7 metros de longitud con una capacidad de 45 personas. Se construyeron en 1906 y entraron en servicio el 22 de diciembre de 1907, cuando entró en servicio el tramo final, el más complejo, el que escalaba aquella maravillosa bestia ante la que posaban orgullosas las autoridades de la época en la fotografía de Blanco y Negro.
Aquel sueño se mantuvo durante tres décadas. Sobrevivió a un cambio de sistema político y a una guerra para caer, víctima de un accidente y la falta de usuarios, en junio de 1944. Para entonces ya se había colado en los corazones de los granadinos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.