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Un día a medio gas en la escuela pública granadina
Los centros educativos de la capital siguen de forma desigual la jornada de huelga, con más incidencia entre los alumnos más mayores
Sergio González Hueso
Granada
Miércoles, 4 de marzo 2020, 11:11
Seis chavales le pegan patadas a un balón en el patio del colegio. Hoy toca fútbol o lo que quieran, de ahí su felicidad. Sus ... compañeros, otra media docena, tiran a canasta. Fallan algunas pero bastante hacen teniendo en cuenta que apenas levantan tres palmos del suelo. Son la clase de tercero A del Centro de Educación Primaria Fuentenueva. Hoy no es una jornada más: hay huelga y se nota. El seguimiento se siente sobre todo en las aulas, pues hay muchos pupitres vacíos, alrededor de la mitad, según estima el director del 'cole', Luis Pinto. Recibe a IDEAL con la camiseta verde en defensa de la educación pública. A él le hubiera encantado hacer huelga o ir a la manifestación, pero ha decidido quedarse, ir al centro, para cumplir los servicios mínimos.
Explica que que aunque el decreto aprobado por la Junta, el que ha provocado las movilizaciones, «no es tan malo» como dicen, sí que cree que bajo su apariencia aseada se deja entrever la intención de «desequilibrar» la balanza entre la escuela concertada y la pública a favor de la primera de ellas.
La última hora de Granada
«El problema es que no nos dotan de medios suficientes para poder competir en igualdad de condiciones con las concertadas, que desde luego no están tan limitadas como lo estamos nosotros», explica de camino al aula de 6° A. Allí está Luisa. Ella es una de las profesoras del centro que ha decidido acudir a su puesto de trabajo. En su interior piensa que el decreto de la discordia es negativo para la enseñanza pública, pero no ha secundado la huelga. No ha sido la única que no lo ha hecho. En el CEIP Fuentenueva, solo dos de los 24 maestros que hay han apoyado con su ausencia esta jornada reivindicativa.
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El director cree que hay varios motivos por los que sus profesores no han querido secundar el paro, entre los que esgrime, el más preponderante es el de la «falta de información» por parte de las organizaciones convocantes. «Hemos recibido muchos correos, eso es cierto, pero en la era de la sobreabundancia de información, no hubiera venido mal que se hubieran hecho jornadas específicas o visitas a los centros explicando bien el decreto», señala.
Seguimiento alto en Bachillerato
Hermógenes Ruiz es el vicedirector del IES Padre Suárez. Abre para IDEAL un aula de «los mayores». Son las 9 de la mañana y está completamente vacía. «Los alumnos de 3°, 4° de ESO y de 1° y 2° de Bachillerato no han venido. Nos han remitido un escrito anunciándonos su intención de ejercer su derecho legítimo a hacer huelga», explica el también profesor.
Los pasillos están fantasmagóricos. Solo hay dos limpiadores aprovechando la tranquilidad para dejar el suelo y las escaleras de entrada impolutas. En conserjería hay dos personas trabajando. Una de ellas, un señor alto en sudadera, explica que la actividad es inusualmente baja. Los 'mayores' no están y los más pequeños, de 1° y 2° de ESO, están a medio gas. El vicedirector estima un seguimiento entre estos en torno al 40%.
Desde la oficina de entrada del instituto hablan de que muchos padres y madres han estado llamando en días precedentes preguntando, por ejemplo, «si era obligatorio asistir a la huelga», cuenta el conserje un poco sorprendido. «Otra de las preguntas que han estado haciendo estos días es que si la movilización estaba justificada, ¿y yo qué les voy a decir?», se pregunta ante IDEAL.
Explica que entre los más jóvenes en un día como el de hoy está instalada la idea de faltar a clase como divertimento, puro escaqueo adolescente, pero que entre los mayores sí hay más conciencia, más compromiso en una acción de contestación de la comunidad educativa que va a ser amplificada a las 11 y a las 12 de la mañana con sendas manifestaciones que recorrerán las principales arterias del centro en protesta contra el decreto de Javier Imbroda.
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