Los hoteles de Granada y la Costa no abrirán en Semana Santa aunque se recupere la movilidad regional
No ven viable poner en marcha la maquinaria de grandes establecimientos para cuatro días festivos y se fijan el objetivo del verano
La perspectiva de recuperar la movilidad entre provincias andaluzas el próximo 26 de marzo no cambia nada para ellos. Por segundo año consecutivo, los hoteles ... de Granada perderán el negocio de la Semana Santa, una de las gran citas turísticas del año, ya que ven inviable poner en marcha la maquinaria de los grandes establecimientos para cuatro días festivos. El 95% de la planta hotelera de la provincia sigue cerrada a cal y canto y hasta que no se permita, como mínimo, la movilidad nacional los grandes establecimientos no darán el paso de abrir sus puertas, según explica el presidente de la Asociación de hospedaje Gerardo Castilla.
«Arrancar un hotel con las estructuras que tenemos es complejísimo, necesitamos como mínimo la movilidad nacional y los establecimientos más grandes, ni aún así. Necesitan la vuelta del internacional. Hasta junio o julio no se empezarán a abrir hoteles y en el caso de la capital, donde el verano es temporada baja, no hay perspectivas hasta septiembre cuando calculamos que habrá gran parte de la población vacunada», explica Castilla. En resumen: «Los hoteles seguimos en la UCI y con respiración asistida, pasándolo muy mal».
Firma una por una las palabras de su colega de la capital, el presidente de la Asociación de hoteleros de la Costa Tropical, Jesús Megías, que insiste en que no es factible activar un gran hotel que lleva un año cerrado para cuatro días y volver a cerrar por falta de ocupación. «Abrir un hotel no es abrir un restaurante, es mucho más complejo, no es posible recuperar al personal de los ERTE para cuatro días con ocupaciones del 30% de las camas. Necesitamos mínimo 60 días garantizados de reservas decentes para poder reactivarnos», subraya. Los esfuerzos de los hoteleros de la Costa Tropical están centrados en la temporada de verano. «Hay que ser prudentes en Semana Santa, ya tenemos la experiencia previa del puente de diciembre y de la Navidad. No podemos jugárnosla, hay que salvar el verano», pide Megías.
«El turismo ha retrocedido cincuenta años en esta pandemia. El sector necesita un salvavidas, un plan de ayudas creíble y que se aceleren las vacunas para recuperar una parte de la actividad o la destrucción de empresas y empleos va a ser aún más grave», esgrime. El panorama es límite para los hoteles que mantienen al personal en los ERTE, con el fin de la prórroga del 31 de mayo como espada de Damocles. «Tenemos un personal dimesionado par ocupaciones del 75% y no vamos a arrancar con ese nivel», recuerda Gerardo Castilla, que subraya que el rescate de las plantillas va a complicar aún más la recuperación.
Y eso para quien aguante, porque son muchos los que se están quedando en el camino. «Nos estamos endeudando hasta las cejas», clama con indignación Castilla. Y lo peor es que esa deuda que están asumiendo no genera ninguna riqueza, sino que se han endeudado para pagar impuestos, tasas o alquileres de establecimientos que llevan un año cerrados. Un botón de muestra: un hotel grande de Granada paga 150.000 euros de IBI. Uno pequeño de 25 habitaciones tiene una media de cinco mil euros de gastos fijos al mes, sin contar los créditos. «No nos han bajado ni la basura, ni los vados... nada. Es que es una vergüenza lo que están haciendo con el sector turístico. Las administraciones nos han abandonado», protesta.
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