«Mucha gente se ha quedado sin oxígeno en casa y ha venido aquí a recargarlo»

El generador de energía se ha activado nada más producirse el apagón y la actividad ha podido continuar en los quirófanos, pero los pasillos están todos a oscuras.

El hospital Materno-Infantil de Granada se encuentra «totalmente colapsado» desde que se produjera el apagón eléctrico, según comentó una enfermera a IDEAL. La profesional señala que todos los sistemas informáticos del hospital se «han caído» mientras abandonaba el edificio. En su caso había acabado el turno y en el camino se cruza con compañeros que arrancan su jornada laboral a oscuras y sin apenas tránsito de pacientes en los pasillos. «El generador de energía se ha activado automáticamente y por el momento todo está funcionando, pero a saber si aguanta 24 horas», plantea la mujer.

Las dudas y los nervios corren por los pasillos del complejo general del Virgen de las Nieves. Los trabajadores que acaban ahora su turno cuentan a IDEAL cómo se ha desarrollado su jornada laboral este lunes. Personal en las puertas del Ruiz de Alda asegura que los pacientes están «muy perdidos». «No tienen claro si todo sigue funcionando, pero sí. El generador lo permite, aunque no creemos que aguante tanto como veinticuatro horas». Esa es la quiniela de la mayoría aquí.

A raíz del apagón, la incertidumbre se ha apoderado de usuarios y profesionales, que debido a los problemas de comunicación aún no han recibido «ninguna indicación» por parte de superiores y siguen atendiendo con normalidad entre los claroscuros del recinto. «Si esto dura más, como han dicho que se haga de noche, va a ser un problema, tanto en el hospital como en carreteras. En todas partes», apunta el mismo trabajador.

El servicio de Urgencias del Virgen de las Nieves se ha visto «desbordado» sobre las cinco de esta tarde, según han indicado a IDEAL enfermeras y auxiliares que trabajan en el mismo. «Ha habido un momento que hemos tenido que pedir refuerzos porque no dábamos abasto. Se han caído los sistemas. Eso significa que no podemos hacer radiografías, analíticas ni otras pruebas, así que están dando muchas altas», ha apuntado una TCAE.

«Los pasillos han llegado a estar repletos de camas. Hace un rato no cabía un alfiler», ha comentado una enfermera. Ahora, la situación es ligeramente menos crítica y el espacio lo ocupan principalmente bombonas de oxígeno grandes que abastecen a cuatro o cinco bolsas al mismo tiempo.

Aunque el personal no ha visto «crisis», sí ha percibido el nerviosismo de los familiares. Tras la hora de comer, la demanda asistencial se ha «disparado» porque «mucha gente se ha quedado sin oxígeno en casa y ha venido aquí a recargarlo», cuentan. Por el momento, según ha podido saber este periódico, se ha habilitado una planta dirigida a estos pacientes.