El Hospital de San Juan de Dios volverá a la vida en primavera

De lo visto ayer , con respecto a visitas anteriores, llama la atención por su espectacularidad y los matices que se van a redescubrir, la obra que se ha realizado en la fachada. Es difícilmente descriptible lo que una labor de recuperación como esta supone. La piedra volverá a tener el aspecto del día en que el hospital se abrió por primera vez. La capillita devocional de la fachada, en la esquina con la calle Rector López Argüeta, donde se venera a un Niño Jesús que también ha sido restaurado, recuperará su aspecto original. Pero lo mejor, sin duda, es la portada: las columnas, el remate de la puerta, y sobre todo, la hornacina que la corona. Todos recordamos una escultura orante de San Juan de Dios, orientada a la derecha, con una cruz de madera en la mano y un fondo en el que se intuía que algo más había detrás. La foto que acompaña este reportaje revela qué es ese más: un fantástico fondo en el que se puede observar una cruz que se coloca estratégicamente entre las manos del santo y una capilla que sirve como entorno a su actitud penitencial. Y no menos importante, la recuperación de la policromía de la estatua, maltratada por el paso del tiempo y la contaminación.

El Hospital fue declarado como Bien de Interés Cultural en 1980. La gestión utilitarista de la Diputación Provincial, adaptada al fin asistencial que se le dio hasta la cesión del edificio a la Orden, hizo que algunos de los elementos arquitectónicos del edificio se hayan perdido. Como afirmó el arquitecto Fernando Acale, responsable de la coordinación de las obras, durante la visita a la capilla, cuya restauración está prácticamente acabada, «este fue un espacio muy castigado, pues tras la construcción de la basílica, en el siglo XVIII, se instaló un forjado de madera para separar la estancia duplicando su utilidad. Así, abajo quedó la sala capitular, y arriba dependencias asistenciales para enfermos. En los años 50 se llegó a instalar aquí un quirófano». El proyecto, respetuoso con esa reforma, va a conjugar los dos espacios: el hospital del XVIcon su nave alta, y el hospital del XVIII, con la compartimentación posterior.

El delegado de Cultura de la Junta, Fernando Egea, afirmó que la comunidad «pondrá todo lo que esté en su mano para que las obras lleguen a buen puerto en el menor tiempo posible, y apoya el trabajo de excelencia que se está realizando». Sobre la posibilidad de que tengan asignación presupuestaria autonómica en los próximos años, comentó que las posibilidades que se derivan de las adjudicaciones de fondos europeos para restauración patrimonial abren la puerta a posibles ayudas directas futuras, pero que deberá haber un periodo de estudio previo.

En esta primera fase de las obras, según Benavides, «se ha concluido la restauración del techo y paredes del zaguán. Actualmente se está ejecutando la ventana arqueológica, se ha concluido la restauración de la portada y se está procediendo al revestimiento de la fachada, se ha concluido la solería de la nave en planta baja y se está procediendo a la colocación de la tarima de madera de planta alta. Quedan unos meses de detalles, que son los que alargan las obras».

En los planes de la Orden está ya la realización de la segunda fase de la restauración, que afectará a la crujía este, la que linda con la basílica. Todos los oficios de la construcción, al igual que ha ocurrido con la primera fase, estarán empeñados en esta segunda. Tras los 4,6 millones invertidos en la primera fase, el reto es encontrar los fondos para la segunda.