La homicida confesa de Motril y la víctima mantenían una relación sentimental

La autora confesa de los hechos se entregó en la comisaría de Policía Nacional de Motril pasadas las tres de la tarde.Las manos las llevaba aún manchadas de sangre, cuando acudió a comunicar el crimen a los funcionarios que estaban de guardia en estas dependencias.

Varios agentes de la brigada de Policía Judicial se dirigieron al lugar del crimen para comprobar lo ocurrido. Y allí no pudieron hacer nada por recuperar la vida de la joven de 19 años que yacía sin vida en medio de un charco de sangre. Los agentes acordonaron la zona, mientras recogían todo tipo de pruebas para saber cómo ocurrieron los hechos y aportar el mayor número de detalles al atestado policial.

Todo apunta, según ha podido saber este periódico, que antes del apuñalamiento pudo mediar una fuerte discusión entre la víctima y la agresora que culminó con la muerte violenta de la joven. De momento se desconoce la hora exacta del crimen, pero todo apunta que pudo registrarse entre las 14 y 15 horas de ayer. El levantamiento del cadáver se produjo a las 16.30 horas. Los operarios de la funeraria que ayer estaba de guardia en la Costa de Granada trasladaron el cuerpo de la víctima al Instituto de Medicina Legal de la capital granadina donde le practicarán la autopsia para saber las condiciones exactas de su muerte.

La pareja vivía de alquiler en el número 10 del Camino de Pataura de Motril, una zona habitada por pocos vecinos que suben a sus cortijos los fines de semana y que se encuentra al lado de la antigua pirotecnia.

Ayer había mucha incredulidad entre los residentes que habitan con regularidad los cortijos al enterarse del homicidio.

Los momentos de confusión registrados al principio, cuando la policía hizo acto de presencia hicieron pensar a las pocas personas que había por la zona que el dueño del cortijo había fallecido. De hecho, el responsable de un vivero cercano llamó al hijo de uno de los propietarios del cortijo para saber si su padre, de avanzada edad, se encontraba en buen estado de salud. En la vivienda contigua al lugar del crimen, observaron durante toda la tarde el desfile de coches patrulla sin saber a qué se debía. «Me avisó mi marido de que la calle estaba llena de Policía Nacional, pero he estado todo el día cuidando de mis nietos y no he visto absolutamente nada. La casa es de un familiar mío y nos ha extrañado», comenta la vecina.

Las dos jóvenes, víctima y autora confesa del crimen, llevaban poco tiempo de inquilinas y se las había visto juntas varias veces paseando en el coche que compartían, pero apenas mantenían relación con los vecinos de la zona.

La homicida confesa continúa ingresada en los calabozos de la comisaría de Policía Nacional de Motril en espera de pasar a disposición judicial, lo cual ocurrirá durante la jornada de hoy o la de mañana, aunque el plazo se podría extender hasta el mismo viernes si hiciera falta. La detenida no tenía antecedentes penales previos a este crimen.