El hombre que mató a sus padres a golpe de azada en Albolote
IDEAL recuerda el parricidio ocurrido en el verano de 2009 que conmocionó a este municipio del Área Metropolitana por la violenta escena
Iba a ser una visita para zanjar relaciones familiares. El vínculo se había roto. Ese miércoles, 26 de agosto de 2009, fue la última visita ... de Eliseo, de 46 años, a casa de sus padres, ubicada en el pago 'La Joya', a las afueras del municipio granadino de Albolote. Le acompañaba su hija, la nieta del matrimonio que desde entonces descansa en paz. La crónica escrita en las páginas de la edición de IDEAL que aterrizó a la mañana siguiente en los bares y quioscos contó que la pareja de ancianos y su hijo habían tenido un encontronazo dos días antes.
Todo empezó porque el nieto pequeño había cortado algo del huerto y le habían regañado, lo que sentó mal a Eliseo. Aquí empezaron los reproches, después los gritos y, finalmente, la tragedia.
Confesión
El relato de los hechos que hizo Eliseo en el juicio, celebrado un año después, se resumen en que, junto a su hija y el novio de ésta, acudió a casa de sus padres para recoger unos materiales de construcción. También, para devolver unos regalos que las víctimas habían hecho a su nieta, porque la relación estaba «deteriorada». Había tensión, pero nadie imaginaba que ese día iba a acabar en una crónica negra.
La madre del acusado inició una discusión con su nieta y, según el relato, hubo algún que otro cruce de insultos. Eliseo acudió a defender a su hija al escuchar sus quejas, momento en el que intervino también el abuelo, que golpeó a su hijo con una azada.
El acusado cayó al suelo, se levantó «un poco mareado», según su testimonio ante el jurado popular, le arrebató la azada a su padre y le asestó varios golpes en la cabeza hasta que rompió el apero, lo que causó la muerte del hombre, «cuyo hijo vio cómo quedaba inmóvil aunque sin saber en ese momento que había fallecido», según se recogió en el juicio.
Gritos y golpes
Luego cogió un hierro y, con ánimo también de «acabar con su vida», según la Fiscalía, golpeó en la cabeza a su madre, que falleció igualmente. En la discusión y posterior pelea, los cuatro miembros de la familia debieron proferir gritos, que sumados al ruido de los impactos, alertaron a un vecino cercano. Según los testimonios recogidos por IDEAL aquel día, cuando esta persona se acerca al cortijo, ya se había escrito la tragedia y el propio Eliseo le impidió entrar. Este vecino pudo ver al agresor completamente cubierto de sangre tras la violenta escena.
El homicida confeso se quedó en el lugar del crimen, donde aparecieron agentes de la Guardia Civil y los servicios médicos del 061. Fue detenido sin oponer resistencia y cubierto de sangre tras la macabra escena. El golpe que recibió durante la trifulca por parte de su padre hizo necesario trasladarlo al hospital de Traumatología para que le atendieran de una lesión en la cabeza. Mientras, agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil revisaron toda la escena para comprobar lo que había ocurrido. Luego llegó el desconsuelo, ya que varios familiares se acercaron al cortijo, con el gesto descompuesto. La Audiencia Provincial de Granada condenó a Eliseo a 24 años de cárcel por los hechos ocurridos en ese miércoles negro de 2009.
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