La «hipótesis más plausible» para la Policía es que el anciano desaparecido en 2015 esté en la basura

Así lo considera también la familia del octogenario, que ha pedido recientemente al órgano que tramitó el caso, el Juzgado de Instrucción número 9 de Granada, que autorice volver a buscar sus restos en la planta de basura de Alhendín.

Los parientes del anciano, que tenía 88 años, era de Deifontes y regentó durante años una tiendecilla en la zona de Arabial, creen de hecho tener ubicado el lugar donde pudo ser depositado el cuerpo del octogenario. Apuntan exactamente a la zona de la basura orgánica ya procesada.

En cualquier caso, para el equipo de investigadores de Homicidios de Granada, como ha reconocido a IDEAL, es «muy complicado» que cuatro años después se pueda hallar en el vertedero a Pablo Sánchez Valverde. En este punto, los agentes dejan claro que no es que la Policía Judicial esté convencida de que el anciano está allí, sino que «de todas las hipótesis que se barajaron la que más se trabajó fue esa». Para que esa hipótesis fuera la que cobrase más fuerza, jugaron un papel muy importante las cámaras de videovigilancia que captaron al anciano saliendo de su portal con la bolsa de basura y regresando, así como saliendo de nuevo minutos después «con un palo y unas escaleras».

Además, como recuerdan los investigadores, hay un testimonio que se tuvo muy en cuenta y que fue el «del dueño del bar de al lado» del edificio, que preguntó al octogenario dónde iba y le manifestó que a buscar su audífono, pues creía que se le había caído en la basura. «Entonces cruzó la calle Arabial, giró la esquina de la calle que va a los Maristas, donde estaba el contenedor y ya nunca más se supo».

La Policía «cotejó» el horario de la salida del anciano que figuraba en las imágenes «de la zona de seguridad» –las captadas por las cámaras– con el horario de recogida del camión de la basura. Según los investigadores, los vehículos de recogida están dotados por lo visto de un sistema que controla los contenedores que se van recogiendo y registra las horas y el peso. Y el camión pasó aquella noche poco después de que Pablo saliera de su portal con el palo y las escaleras.

«En ese momento, la hipótesis que se investigó como más posible era esa. Que luego no se pudo, según la autoridad judicial, recabar datos suficientes o concretos para decir que efectivamente al cien por cien estaba allí... pues también;al cien por cien tampoco lo podemos decir», señalan los agentes, tras recordar que llegó a hacer una batida por la Vega y que tampoco se encontró nada.

El área donde la familia quiere que se busque a Pablo está en el interior del recinto de la planta de reciclaje ecocentrall destinada al depósito de la basura ya procesada denominada «fracción de rechazo». Ya lo pidió al juzgado en enero de 2016 el hijo de Pablo, Gregorio, a través de un escrito.

La familia cree que Pablo, supuestamente, pudo no pasar por la cadena de reciclaje y haber sido arrojado directamente al vertedero. Alguien les apuntó que aquella noche una máquina se pudo haber averiado. Nadie lo ha confirmado luego.

Como aclaran los investigadores, se llevaron a cabo diligencias y se dio cuenta al juzgado. En el oficio que remitieron en su día informaron del contenido de las declaraciones prestadas en dependencias policiales por las personas que de una u otra manera habían intervenido en la recogida del contenido del contenedor, su posterior traslado y el tratamiento a que se somete el contenido una vez depositado en la planta. Después, todo quedó parado.

Los familiares del anciano confían en que el juez acceda a reactivar la búsqueda, pues no creen que sea tan costoso y así podrán comenzar el duelo de una vez.