El hierro, último sector de la construcción en arrancar en Granada tras los paros del transporte
Permanecen estancadas en torno al 10% de las obras, la mitad que la semana pasada, con vistas a recuperar la normalidad en los próximos días
El sector de la construcción ha sido uno de los más afectados por la huelga de transportistas. Al no llegar los materiales esenciales, cientos de ... obras se vieron obligadas a parar, en concreto un 20% la semana pasada. Esa cifra ha disminuido al 10%, y el sector espera recuperar la normalidad total los próximos días. Sin embargo, el área al que más le cuesta arrancar es el del hierro. Hace un par de días también era el del hormigón, pero desde ayer la actividad en la provincia de Granada se ha recuperado al 100%.
Una de las empresas que aún no ha recuperado la actividad habitual es Hierros del Mediterráneo, situada en el Polígono Industrial Juncaril, que por ahora no ha recibido más mercancía. Lo que han vendido estas semanas son los pedidos previamente cerrados gracias a las previsiones de febrero -el stock con el que contaban en los almacenes- pero los nuevos encargos están en el aire. «Estamos esperando noticias de que los camiones han salido de las fábricas, a ver si podemos acabar la semana con stock», explica Ramón Ibáñez, director del Centro de distribución de Hierros del Mediterráneo. Aún así, insiste en que antes de los paros del transporte ya les estaba afectando la subida de la electricidad. «Las fábricas no daban precios porque no tenían certeza de lo que les costaba fabricar. Cuando la huelga acabe, mientras no haya estabilidad en el coste de la energía y las materias primas, seguirán los problemas», asegura.
«Cuando la huelga acabe, mientras no haya estabilidad en el coste de la energía y las materias primas, seguirán los problemas»
Ramón IbáñeZ-Hierros del Mediterráneo
Otro de los perjudicados es Fundición González, dedicado a la fabricación de dispositivos de cubrición y cierre, que ha seguido adelante gracias a que también tenían suministros de antes de la huelga. Rafael González, el responsable, admite que aunque no ha calculado aún las pérdidas, las hay. Las ventas han disminuido y los clientes no están mandando camiones con normalidad a la empresa, ubicada en el Polígono Juncaril. «Algunos han venido en furgonetas a recoger los materiales, pero la cosa no está como antes de la huelga. Espero que, como muy tarde, la semana que viene funcione todo, porque esto es una cadena. Si faltan materiales se paran las obras y no me piden el producto», detalla.
Cierta preocupación
Y es que todos coinciden en que el problema más grave al que se enfrentará el sector una vez que los parones del transporte cesen por completo será la subida del coste de la luz. Francisco Martínez Cañavate, gerente de la Asociación de Constructores y Promotores de Granada, explica que varias empresas ceramistas han parado por este motivo, generando «cierta preocupación» por saber cómo se va a suplir la producción a medio plazo. «Su paralización nos afectaría directamente si no tenemos suelos o azulejos que poner. Estamos muy pendientes de la negociación del coste de la luz», apostilla.
Estas subidas de precio, unidas a la de los materiales de construcción, ha provocado que obras que se cerraron hace ocho meses no sean ahora viables, por lo que el sector se encuentra en un «impasse», con «negociaciones a cuchillo» para volver a pactar. «Afecta al sector público y privado, tienen que ver si empiezan/continúan las obras o no se llevan a cabo porque no se ajustan los precios. Aún es pronto para saber si se cancelarán, contratistas y promotores están renegociando», manifiesta Francisco Martínez Cañavate.
Hormigón
Junto al hierro, el hormigón ha sido otro gran damnificado. Se trata de un producto que debe llegar a su destino final en poco más de una hora, puesto que si no se solidifica y debe tirarse. La coordinación con la obra debe ser extrema, y con la huelga no se ha podido llevar a cabo. «Nosotros tenemos mucha flota propia de transporte, pero si no recibimos las materias primas no podemos fabricar», cuenta Fernando Gómez, de la Asociación de Hormigoneras de Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla.
Desde el colectivo aseguran que en la provincia de Granada la actividad se había retomado al 100% este miércoles, sin registrarse problemas de suministros. Por ejemplo, Emilio Velasco, gerente de la Oficina Técnica Velasco Arquitectura y técnico de constructoras, admite que de las tres obras que tenía paradas la semana pasada por la falta de hormigón ya están en marcha. La gran inquietud ahora se centra en el precio de la electricidad, el gasoil y las materias primas, que no dejan de subir y pone en entredicho las obras ya cerradas. «La tonelada de cemento cuesta ahora 35 euros más», lamentan desde la Asociación de Hormigoneras.
Horno parado
Precisamente al cemento se dedica la multinacional HeidelbergCement, con parte de su reparto en Granada. Sus obstáculos van más allá de la huelga: el horno con el que fabrican el clínker, necesario para fabricar cemento, lleva parado dos semanas por el inasumible coste de la energía. «Una fábrica como la de Málaga tiene un coste anual de cinco millones de euros, pero con las subidas esa cifra pasa a 18 o 19 millones, y no tenemos capacidad para repercutirlo en los clientes», asegura Tomás Azorín, director de Estrategia y Transformación. El sector de la construcción se acerca a la normalidad si hablamos de los paros del transporte, pero aún le quedan grandes desafíos por afrontar.
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