Bombero herido en Guadix
«Pensaba que me había hecho algo peor, porque el dolor era inmenso y no podía respirar»Sergio Navarrete, el bombero de Guadix que resultó herido durante una intervención hace una semana, agradece las innumerables muestras de apoyo recibidas
. Era, a priori, una intervención más, de esas que no parecen especialmente complicadas. Pero, como dice Sergio, bombero de 40 años del parque de ... Guadix, el riesgo está ahí desde el momento en el que se suben al camión. Aquel día pudo comprobarlo en primera persona. Resultó herido durante un incendio en la zona del cerro. Cayó desde una altura de unos tres metros cuando intentaba descender por un tejado al finalizar la extinción –dado que no había caminos para acceder al lugar del suceso–. El techo cedió y él se precipitó. «Pensaba que me había hecho algo peor, porque el dolor era inmenso y no podía respirar», indica a IDEAL mientras se recupera de las heridas: una costilla partida, una contusión pulmonar y contusiones en la espalda y la cadera. El dolor sigue siendo tan intenso que le obligará a recibir un tratamiento con fentanilo hasta que se mejore.
Los hechos ocurrieron durante la madrugada del pasado jueves, 7 de agosto. Recibieron un aviso por un incendio en la zona de las cuevas del municipio, conocido como el cerro, una problemática de la que ha alertado el diputado de Emergencias, Eduardo Martos: «No se puede seguir prendiendo fuego a estas viviendas cueva, ni a ningún otro sitio. Este tipo de actos no solo ponen en riesgo un patrimonio singular, sino también la vida de las personas que trabajan por nuestra seguridad».
En cualquier caso, cuando los compañeros de guardia acudieron, comprobaron que el fuego se había trasladado a otro cerro contiguo, así que se dividieron. «Aunque no parecen incendios peligrosos, el terreno es complicado y hay muchas cuevas abandonadas. Puedes caer, por ejemplo, por una chimenea a una que esté deshabitada y no sepas cómo salir», explica Sergio. Para llegar a la zona, trepó por un tejado. Una vez que terminó la intervención junto a su compañero, se dirigieron al otro cerro para darle apoyo a los que seguían trabajando allí. Descendió por el mismo lugar y el tejado se cayó. «Se vino abajo y caí de espaldas, creo que desde unos tres metros de altura. No sabía dónde estaba, reinaba la oscuridad y me dolía todo. Utilicé la poca voz que me salía para pedirle ayuda a mi compañero», detalla.
Consiguieron romper la puerta y llegar hasta él, aunque precisaba una ambulancia. En las inmediaciones había «muchísima gente», entre vecinos y curiosos, pero él recuerda especialmente a un conocido del barrio. Además de ofrecerle agua durante la extinción del fuego, colaboró también en su rescate tras la caída. Sergio fue trasladado al Hospital de Guadix, desde donde decidieron derivarlo al Hospital de Neurotraumatología de la capital. Tiene una costilla partida, una contusión pulmonar y contusiones en la espalda y la cadera.
«Me han mandado fentanilo durante 20 días y analgésicos, porque estoy muy dolorido», lamenta. Él, una persona muy activa, afronta un agosto complicado sin apenas poder moverse. Lo que más le motiva son los incontables mensajes de apoyo recibidos: «Me ha escrito todo el mundo; muchísimos compañeros, el diputado de Emergencias, el presidente de la Diputación… Estoy muy agradecido», agrega Sergio, que pide que no se estigmatice el barrio por los incendios. «Me he criado allí y hay gente maravillosa, como el que me ayudó cuando me caí», concluye.
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