El buen tiempo y el fin de semana festivo llenan los encierros de La Peza

La coincidencia de las fiestas con el fin de semana y el buen tiempo animó al público a asistir al primero de los dos encierros programados. La plaza de España, convertida en coso taurino para la ocasión, registró un lleno absoluto desde horas antes de que los astados llegasen a pisar el albero. En esta ocasión los encierros, fiesta declarada de Interés Turístico Andaluz, contó con la presencia de la televisión nacional.

Los animales llegan cada año a La Peza directamente desde el campo, en una polvorienta comitiva que se divisa desde las gradas más altas de la plaza y desde las azoteas de la localidad. Las caballerías de la ganadería, los perros, los cabestros y los auténticos protagonistas de la fiesta, los novillos, levantan una nube de polvo que van dando información puntual de su ubicación para quienes los esperan, casi siempre con impaciencia. Todo un año esperando para una fugaz carrera.

Los mozos deben correr delante de la manada por una empinada cuesta, la calle del Río, para conducir a los animales hasta la plaza. La calle finaliza con un fuerte giro de noventa grados justo antes de entrar al coso y bajo el monumento de bronce que recuerda con sus figuras estos encierros y el alivio que supone un quite a tiempo para los que pasan algún momento de apuro en la carrera. Precisamente, uno de los corredores de este sábado tuvo una caída, sin mayores consecuencias, a la sombra de la escultura taurina.

La disposición de las gradas en la plaza de palos es una de las notas más peculiares de estas fiestas peceñas. La ausencia de callejón permite sentir el aliento de los animales a un palmo del cuerpo y da emoción a estos encierros. Aquí el alivio de los más arriesgados y que se atreven a estar en los primeros palos junto al albero es la solidaridad de los vecinos cuando el riesgo está cerca y aupan a los mozos en caso de peligro.

El secreto del éxito de estos encierros es el haber sido fieles a su esencia a lo largo de los siglos. El proceso eclesiástico iniciado contra don Pedro Tesifón, conde de Moctezuma, bisnieto del famoso emperador azteca y señor de la villa de La Peza, permite datar los encierros con anterioridad al siglo XVII.

Este domingo se corre el segundo de los encierros. Cada encierro se corresponde con una novillada con picadores vespertina que dan acceso al trofeo taurino 'El Carbonero de Oro'. Este año se lo disputan los novilleros Carlos Olsina, Daniel Barbero, Juan Cervera y Jesús Mejías. Estos dos últimos serán los novilleros de este domingo a partir de las 17:30 horas.