Grito de auxilio desde Portland: Calvin, vecino del Sacromonte, está en coma

Más de dos semanas después, el pronóstico «no es bueno» y los gastos derivados de su estancia en un hospital de Portland «son inasumibles». Por eso, su mujer ha iniciado una campaña de recaudación de fondos en la plataforma Go Fund Me. El objetivo es conseguir los 80.000 euros necesarios para hacer frente a los elevados costes médicos de la sanidad estadounidense. Por ahora, hay más de 57.000 euros en donativos, pero aún no es suficiente.

Aquella mañana todo ocurrió muy rápido. «Calvin había salido con un amigo a disfrutar de su gran pasión, la escalada, cerca de Otter Rock, en la costa de Oregón. Al terminar, empezó a tener síntomas propios de un derrame cerebral. Sufrió un accidente cardiovascular con hemorragia en la carótida», cuenta Valentina. Lo llevaron en ambulancia a Newport, una especie de hospital comarcal ubicado a unos quince minutos, y de allí lo trasladaron en avión a Portland, donde permanece inconsciente.

«Calvin no fumaba, no bebía y era vegetariano desde hace ya un par de años. No tenía ningún factor de riesgo coronario», asegura su amigo Víctor González, enfermero en la UCI del Hospital Universitario Clínico San Cecilio. Se conocieron en el colegio Gómez Moreno, donde estudian sus hijos, y juntos solían ir a escalar. Explica que su amigo americano tiene ahora afectado todo el hemisferio derecho del cerebro. «Se le inflamó. El cráneo era el tope y hubo que extirpar la mitad para que pudiera expandirse y se redujera la tensión craneal».

Calvin Smith y Valentina Gómez «no son los típicos guiris, extranjeros que hacen que la gentrificación aumente», apunta este amigo de la familia. Están «integrados» en la dinámica de la ciudad de la Alhambra, donde planeaban seguir mucho tiempo. Él es licenciado en Historia del Arte;antes trabajaba como profesor en una escuela de cursos preuniversitarios. Ella, de origen mexicano pero con nacionalidad estadounidense, hace gala de los productos de su tierra en un pequeño local de mezcal que regentan juntos en el Mercado de San Agustín, La Valentona.

Este rincón de México en pleno corazón de Granada está cerrado por vacaciones desde finales de junio. La idea de la pareja era volver a subir la persiana el próximo mes de septiembre, al final del verano. Sin embargo, «la situación es bastante crítica», apunta la mujer, Valentina. Lanza así un grito de auxilio desde Portland: Calvin, vecino del Sacromonte, sigue en coma. Una vida sana no ha impedido que sufriera un ictus, enfermedad que cada año afecta a quince millones de personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud.

El traslado a España podía ser una opción, aunque complicada. Por eso, familia y amigos están haciendo «todo lo posible» para que este hombre, «bueno y querido por todos», siga recibiendo la atención médica necesaria en el país norteamericano, donde, sin dinero, una persona puede morir en la puerta de un hospital. El futuro de Calvin es «muy incierto», pero habrá importantes gastos médicos y logísticos imprevistos. Las donaciones servirán de ayuda a la familia para superar esta crisis.