Sanidad

El 25% de los granadinos pendientes de operación están ya fuera del plazo legal

Así lo revelan los últimos datos publicados por la Consejería de Salud y Consumo, que hacen referencia a diciembre de 2023. El SAS registró entonces 2.215 pacientes pendientes más que seis meses atrás, en junio. Sin embargo, no es posible hacer la comparativa con un año de diferencia. Los datos a fecha de diciembre de 2022 no están disponibles en la página web del SAS. Lo que sí sale a relucir con la publicación de la estadística de finales del año pasado es que el número de personas en lista de espera en Granada ha aumentado alrededor de un 10% (9,86%) en tan solo seis meses.

En concreto, la provincia ha experimentado el siguiente crecimiento: a finales de 2023, había 2.603 personas más pendientes de una operación que en verano. En junio del año pasado, la provincia contaba con un total de 23.811 personas pendientes de una operación quirúrgica, de las que 4.464 ya se encontraban fuera del decreto de garantía sanitaria. La demora media entonces era de 84 días. Sin embargo, en diciembre de 2023, las cifras habían aumentado considerablemente. La lista de espera creció hasta las 26.414 personas y los afectados por haber superado el plazo máximo de atención subieron hasta los 6.679. Por contra, la demora media sí se redujo, situándose en 80 días.

Esta última estadística tiene en cuenta las intervenciones programadas en los hospitales públicos Virgen de las Nieves (que por primera vez incluye Guadix), Clínico San Cecilio (que incluye Loja), Baza y Santa Ana de Motril, además del concertado San Rafael. Las dadas a conocer en junio de 2023, sin embargo, desgranaban los datos contabilizando Guadix y Loja como independientes y sin valorar la situación del hospital San Rafael.

En cuanto a los plazos legales de espera del SAS, cabe destacar que para la mayoría de intervenciones quirúrgicas, el límite es de 180 días; para los procesos asistenciales más comunes (artroscopias, sustituciones de cadera o amigdalectomías), es de 120 días, y para procedimientos relacionados con la cirugía cardiaca, es de 90 días. De no cumplirse los tiempos, el afectado puede acudir a un centro sanitario privado y el SAS corre con los gastos ocasionados.

No obstante, el objetivo debe ser respetar los tiempos máximos de atención al paciente para que cada vez menos personas tengan que verse obligadas a externalizar sus intervenciones. Por ahora, no hay indicios de que esto se esté cumpliendo en el territorio. La saturación del SAS complica la situación. El tema empujó a la oposición a ejercer una presión considerable y tuvo un gran protagonismo en el Parlamento andaluz el mes pasado.

La consejera de Salud, Catalina García, anunció un nuevo paquete de medidas dentro del Plan de Garantía Sanitaria que estaba previsto se activara este mes de abril. Cuenta con una inversión total de 283 millones de euros para toda Andalucía y más de 28 millones irán destinados en exclusiva a los hospitales granadinos. El plan se propone reducir las listas de espera en 3.000 pacientes en Granada este año, rebajando en un 60% el número de pacientes fuera del decreto de garantía sanitaria, que engloba 800 procedimientos y asegura al ciudadano unos tiempos máximos de espera para ser atendido por el SAS.

También se han publicado datos sobre las listas de espera de consultas externas. En este caso, de junio a diciembre de 2023 había 70.332 pacientes que esperaban ser visitados por el especialista. Esto se traduce en 374 afectados más que en el semestre previo. Los dos grandes hospitales de la capital, el Virgen de las Nieves y el Clínico San Cecilio, son los más perjudicados. El único que ha logrado mejorar sus cifras en ambos listados es el hospital Santa Ana de Motril. Por su parte, en el de Baza la espera para el quirófano ha mejorado, mientras que la del especialista sigue en la misma línea.

Así, los 28 millones de euros del Plan de Garantía Sanitaria para Granada se invertirán en acuerdos con centros sanitarios privados externos y en horas extra voluntarias. La actividad extraordinaria y la reorganización de recursos humanos son las claves de la estrategia andaluza.