En Granada se vende una casa cada 37 minutos

Así ocurrió a lo largo de los primeros seis meses del año, de acuerdo con los datos oficiales que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE). En la provincia granadina se realizaron en este período de tiempo un total de 6.877 transacciones inmobiliarias, lo que equivale a más de 38 cada día o hasta una cada 37 minutos, poco más de media hora. El total de operaciones ha aumentado un 22,7% en solo doce meses; el diferencial es aún mayor con la cota anterior a la pandemia, que ya entonces mostraba una clara tendencia ascendente, y alcanza los 27,4 puntos.

La provincia se sitúa de esta forma en crecimientos muy similares a la media andaluza en el último año, y tres puntos y medio por debajo de este nivel en relación con 2019. En este lapso de tiempo, provincias como Huelva, Málaga o Almería, todas ellas asimismo costeras, e incluso Córdoba han mostrado crecimientos más significativos que el que ofrece Granada.

Además, este repunte se produce en un contexto de alza de los precios en el que no solo afecta la inflación, sino también una alta demanda embalsada pospandemia y una oferta menguante lastrada por el parón de actividad constructora durante buena parte de la anterior crisis económica.

Para encontrar cifras similares a las de este primer semestre en la serie estadística histórica del INE hay que retrotraerse hasta el inicio de la crisis de 2008, cuando la burbuja inmobiliaria estalló. Aquel año las cifras fueron todavía superiores a las registradas en esta ocasión, pero las distancias son cada vez menores. Entre enero y junio de aquel año, en la provincia granadina se realizaron un total de 7.743 operaciones, es decir, un 11% más que en la actualidad. Si el mercado inmobiliario granadino mantuviera el mismo ritmo de crecimiento que entre 2011 y 2022, el año que viene ya se superaría esta cota.

Los profesionales certifican el buen momento por el que pasa el sector. Así lo explica Manuel Díaz, propietario de una inmobiliaria en el Centro de la capital granadina. «Se vende todo en un mes, como mucho en dos, siempre que los precios sean razonables», y abunda: «Por cada inmueble que sale al mercado tenemos 40 o 50 clientes interesados». Comparte sensaciones Francisco Martínez-Cañavate, secretario general de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP) de Granada. Ambos coinciden en señalar algunos factores que explican el panorama de los últimos meses, como una «demanda real de vivienda embalsada desde hace tiempo», en palabras de Cañavate, amplificada además por el efecto de la pandemia, o que el ladrillo «vuelva a ser un activo de inversión seguro», como afirma Díaz, ya sea para alquileres de larga duración o para apartamentos turísticos, por ejemplo, algo que este empresario cree que ocurre sobre todo en las zonas más céntricas de la capital. También detecta un aumento del interés por el acceso a segundas residencias en zonas como la Alpujarra:«Nunca habíamos visto un auge tan grande en los últimos treinta años».

Además, el hecho de que la mayoría de las promociones de obra nueva se hayan vendido con bastante tiempo de antelación permite a Martínez-Cañavate afirmar que las expectativas en el medio plazo son positivas. Además, explica, «el sector está saneado, no tiene grandes deudas ni arrastra problemas financieros», lo que les deja en mejor situación para afrontar una eventual reducción de la demanda si la situación económica se complica demasiado a partir del próximo otoño. De momento, el secretario general de la ACP define como «brutal» el interés por el acceso a viviendas en la provincia, tanto en lo que respecta a compraventas como a alquiler. Son días de vino, casas y rosas.