Granada suma 1.353 parados en el segundo mes consecutivo de aumento

De acuerdo con la información del SEPE, el 31 de octubre había en la provincia granadina 85.370 personas inscritas como demandantes de empleo en alguna de sus oficinas. Son 1.353 más que el mes anterior, lo que supone un incremento porcentual de 1,61 puntos. La mayor parte de la subida está asociada a la reducción de la actividad en el sector servicios fruto del fin de la época estival, aunque también ayuda una ralentización en el terreno de la agricultura.

En términos absolutos, fue el terciario el sector que más parados sumó durante los últimos treinta días, con 572 (+1%), En porcentaje, sin embargo, es mayor la dentellada que suponen las cifras del entorno agrícola, que en esta ocasión mostró 308 parados más que durante el mes previo (+383%). Estos dos no fueron los únicos ámbitos en los que se produjeron repuntes del paro: también la industria y la construcción sumaron desempleados a las listas del SEPE, aunque en este caso de forma mucho más reducida, de menos de 50 personas en ambos casos.

La mejor noticia en este sentido es un leve repunte en las cifras de contratación, que fueron 450 más en octubre que en los treinta días previos (+1,1%) hasta alcanzar los 40.750, de los que hasta el 94,3% del conjunto fueron temporales. Solo los 2.309 restantes tuvieron carácter indefinido. Algunas de las razones que pueden explicar que la contratación aumente a la vez que el paro registrado están en la progresiva incorporación de más gente al mercado laboral a través de la búsqueda activa de empleo o a la renovación de los contratos de temporada, aunque manteniendo ese carácter no fijo.

Los datos del SEPE muestran a las claras que Granada, y el resto de España, ya no se enfrentan a la misma situación que durante los meses más preocupantes de la pandemia. Por estas fechas, la provincia se encontraba el año pasado afrontando lo peor de una segunda ola, y eso también se dejaba notar en el empleo.

Con respecto al décimo mes del año pasado, la cifra del paro registrado ha caído con mucha claridad, en un total de 18.419 personas, o un 17,8% en términos porcentuales. Una brecha importante, que se extiende a todos los sectores por igual y da idea del cambio en la situación general. El colectivo que más se ha beneficiado en este lapso de tiempo es el de las personas sin empleo anterior, en general jóvenes, que quedaron sin opciones de hacerlo durante buena parte de la pandemia. Entre ellos, el descenso en el número de inscritos en las oficinas del SEPE alcanza los 25,2 puntos porcentules. En cuanto a los sectores, el mejor dato lo ofrece la agricultura, con una caída del 18,1%. También ha mejorado la contratación en 15,1 puntos en doce meses, aunque este indicador sigue estando por debajo de los 17,7 registrados en el caso de la cifra de demandantes de empleo

Sin embargo, la situación está todavía lejos de volver a una normalidad anterior a la pandemia, al menos en este sentido. Al cierre del pasado mes seguía habiendo 2.252 parados más en la provincia que en el período equivalente de 2019, el último antes de la irrupción del virus. Solo la industria ofrece una cifra mejor que la de entonces, con 52 parados menos, mientras que el resto de sectores muestra repuntes de importancia variable, en el que destaca la subida de 9,2 puntos del paro agrícola, que entre otras razones puede asociarse con las dificultades de la política de precios de los productos, los problemas de logística, materias primas y fertilizantes a nivel global, la sequía y la escalada de los costes de la electricidad y los carburantes, entre otros.

El diferencial más grande que existe entre estos dos momentos sigue estando en la contratación, que pese a la mejoría evidente que ha supuesto el verano sigue sin lograr acercarse a las cifras anteriores a la pandemia. En octubre de 2021 se firmaron 4.364 contratos de trabajo menos que en el mismo momento de 2019, lo que supone una caída que casi alcanza los diez puntos (-9,6%). Además, la información del SEPE muestra también que buena parte de la creación de empleo sigue siendo mayoritariamente de carácter temporal, lo que indica todavía un alto grado de desconfianza en el futuro. Mientras que la contratación no fija cayó en 9 puntos porcentuales en ese lapso de dos años, la que sí lo es lo hizo a más del doble de velocidad (-18,7%).