«El sector turístico tiene que aprovechar esta crisis para mejorar la forma de hacer las cosas»

-¿Cómo nos ha cambiado esta crisis a nivel personal?

-Nada es igual desde el pasado 14 de marzo de 2020, hemos cambiado las empresas, las administraciones, el orden mundial esta alterado y por supuesto las personas…, las relaciones interpersonales incluida la familiares son distintas. Hablo en primera persona y después de debates interminables con empresarios y amigos.

-¿De qué situación parten bares, restaurantes y hoteles para afrontar la nueva normalidad, hasta qué punto se ha quedado tocado el sector turístico de Granada? 

-Hay que diferenciar entre pesimismo, palabra que no existe en el vocabulario empresarial y la cruda realidad de los acontecimientos. El sector en su conjunto con todos y cada uno de los subsectores que lo componen, también los campings, agencias de viaje, guías, empresas de ocio nocturno, empresas de servicios, el segmento MICE, el Palacio de Congresos, el Puerto de Motril, la Estación de Sierra Nevada y hasta la mismísima Alhambra están en una situación de incertidumbre absoluta. El empresario se enfrenta a una perspectiva de inseguridad jurídica, falta de vuelos tanto los domésticos como los internacionales, demanda local prácticamente reducida a las cerveza, falta de demanda de turista para alojamiento....

Granada ha perdido de un plumazo más de 5,9 millones de turistas que nos visitaron en el 2019 (2,7 millones en la Capital y 3.2 en la provincia), la oferta de servicios turísticos está sobredimensionada para estas cifras además de la demanda local. Basta con pasearse por el centro de la ciudad y ver cuál es la situación.

-¿Con qué fortalezas y debilidades afronta Granada la nueva normalidad?

-Granada capital y provincia conforman un microcontinente sin comparación ni siquiera a nivel internacional. Sus fortalezas son muy poderosas y cuenta con una planta de servicios turísticos de las más reconocidas en todo el país, junto a su clima la hace de ella una ciudad reconocida dentro y fuera de España. En situaciones normales, lo hemos demostrado, somos demandados por los turistas y viajeros del mundo entero, capaces de competir con todos los iconos a nivel mundial.

Sus debilidades también están claramente reconocidas. Granada tiene en el turismo un monocultivo que a veces se vuelve contra ella. Granada sigue adoleciendo de problemas estructurales que las diferentes administraciones deben de corregir, lo llevamos demandando desde hace tiempo.

La falta de amares en la Costa Tropical, la adecuación completa de nuestros 80 kilómetros de costa, la diferenciación, que no exclusión, del sector turístico y el agrícola, la falta de un gran museo que exhiba el sínfin de obras de arte que poseemos.

Un museo industrial de donde podamos exponer lo que fue la revolución industrial en Granada, la potenciación del segmento MICE que nos permita minimizar la estacionalidad y aumentar la rentabilidad y la consiguiente creación de empleo y riqueza, la vertebración de la provincia, la vega y la puesta en valor del PTS junto a la UGR.

Granada sigue formando a jóvenes en una de las universidades más prestigiosas de España y es incapaz de generar empleos acordes con su formación. El acelerador es un proyecto con alta participación de la CGE que debe de generar grandes posibilidades, la diversificación de la productividad provocará un sector estratégico como es el turismo sea mucho más potente.

-¿El sector turístico será un motor de recuperación?

-Granada y nuestro sector deben de aprovechar esta crisis para cambiar la forma de hacer las cosas. Es un momento en el que se contrasta que, como todas las crisis ofrece oportunidades, un ejemplo de ello es el proyecto de la Federación La Huella Verde. Granada debe de convertirse en un referente a nivel nacional e internacional de sostenibilidad de un cambio en la forma de ofrecer el destino, en la búsqueda de un mercado 'por venir', más respetuoso con el medio ambiente y más sostenible. Los clientes nos elegirán y estarán dispuestos a pagar más dinero por destinos más respetuosos, donde los vecinos sean una parte esencial del destino. Sabemos que son las gentes y el clima los que diferencia a los destinos, apostemos por ello.

-Durante el estado de alarma los hosteleros han sido muy críticos con la gestión de la crisis, ¿qué apoyos han echado de menos para salir adelante?

-Lo hemos sido y lo seguimos siendo. La inseguridad jurídica en la que ha estado y está instalado el Gobierno no tiene ninguna justificación. Ninguna de las demandas que se han planteado a nivel nacional y local se han tenido en cuenta.

A nivel nacional ni los ERTES hasta como mínimo final de año, ni la moratoria de las hipotecas, ni la regulación de los alquileres, ni una financiación conforme las necesidades del sector. España es el el segundo país mas importante del mundo en el concierto turístico internacional, sin embargo el nivel de apoyo al mismo es irrisorio. Los ministros del Gobierno han hablado del turismo como «el sector que hay que sacrificar», «un sector sin valor añadido».

No es comprensible esa posición con un sector que genera el 10% del PIB y millones de empleos. No hay mas que ver las medidas que ha tomado otros gobiernos de nuestros entorno como Alemania, Italia o Francia… que han protegido al sector.

Lo hemos dicho por activa y por pasiva y así se ha dicho por nuestros representantes a nivel nacional en el Congreso de los Diputados, este es un sector que jamás ha pedido nada, ni ayudas, ni prebendas, es el momento de ayudar a sacarlo de una situación gravísima para las empresas y para los trabajadores.

A nivel local, estamos a la espera de que el Ayuntamiento de Granada nos responda sobre las peticiones realizadas sobre la exoneración de las tasas. Se nos anunció que se tomarían medidas durante el estado de alarma. Es el momento de apostar por las empresas.

-¿Qué necesita la hostelería de Granada para salir de esta?

-El sector necesita a nivel nacional un rescate en toda la regla, esto es ayudas a fondo perdido para salvar el tejido productivo y por lo tanto el empleo, hasta los sindicatos están en esta petición a nuestro lado.

Que el Gobierno de España deje de ver al sector como un sector sin valor y que apoye decididamente a las empresas del mismo, apoyar a las empresas es apoyar el empleo, con mensajes claros y rotundos en los mercados nacionales e internacionales.

El sector y Granada necesita la recuperación de los vuelos nacionales e internacionales, la captación de viajeros tanto nacionales como internacionales.

También certidumbre administrativa y la devolución de tasas cobradas indebidamente desde hace años.

El sector necesita de la Junta de Andalucía una revisión completa de la normativa turística para dar solución a las acampadas ilegales mientras los campings están vacíos, dar soluciones al ocio nocturno que genera más del 10% de los viajeros que nos visitan, una respuesta a las agencias de viajes en sus demandas y la protección de los guías como los embajadores de los destinos.

-¿Qué nos ha enseñado esta crisis?

-Que el empresario es una especie a proteger, que nunca está a salvo de los vaivenes de los mercados y ahora de las crisis sanitarias. Que la prudencia y la audacia son valores incalculables que definen al empresario, a pesar de ser figura casi siempre vilipendiada.

El empresario que salga de esta crisis debe de invertir si o sí en tecnología, en la digitalización de su empresa y trasformación digital.

También que el teletrabajo es un hecho que ha venido para quedarse y que las relaciones laborales sufrirán cambios hacia contratos mercantiles entre partes. Los viajes serán cortos y cobrará mas importancia lo individual. Las empresas buscaran alianzas y fusiones para mejorar la competitividad y la especialización será un valor estratégico.

-¿Sacará algo bueno el sector hostelero y turístico en general de esta crisis? 

-Estoy seguro… llevaremos todos estos cambios que acabo de ennunciar y conseguiremos salir adelante. Granada se merece todo nuestro esfuerzo. El empresario del sector, como ya ha demostrado en más de una ocasión, cumplirá con sus deberes y obligaciones en lo que le corresponde de aportación a la sociedad, al empleo y la riqueza para los territorios.