La huelga de taxis deja largas colas en la estación de AVE y se deja notar en un día de gran afluencia turística
La protesta por la regulación de los VTC, que deja en la calle solo a la mitad de la flota, se vive sin incidencias y con alto seguimiento
Las largas colas de pasajeros esperando un taxi tras desembarcar en el AVE que llega de Madrid a las seis de la tarde se han ... convertido en una de las imágenes más significativas que deja en Granada el plante que protagonizan este sábado los taxistas de la capital contra la regulación de los vehículos de transporte con conductor, los VTC.
La protesta de los taxistas, que se está llevando a cabo por turnos de 24 horas y va a dejar la capital con la mitad de la flota hasta las siete de la mañana del lunes, se ha dejado notar especialmente en una jornada en la que Granada registra una gran afluencia turística. La merma de servicio se produce así en uno de los fines de semana de mayor afluencia de todo el año en las calles de Granada, por la festividad de la Virgen de las Angustias.
Durante toda la jornada de este sábado las calles del centro han estado especialmente animadas por la coincidencia de una fuerte presencia turística nacional e internacional, eventos como bodas, despedidas de solteros y la presencia masiva de los granadinos que se acercaron a los cultos de la Virgen o pasearon por el Centro y la zona de los puestos de tortas y frutas de otoño de la Fuente de las Batallas, muy concurrida.
Los parkings del centro se llenaron y encontrar un taxi resultó más difícil de lo habitual ya que entre las siete de la mañana y las siete de la tarde solo circularon los vehículos con número de licencia impar, mientras que este domingo 25 de septiembre lo harán a la inversa y trabajarán los vehículos con licencia par.
Los paros que se están secundando de manera masiva y dejan la ciudad con el 50% de la flota de taxis comenzaron a las siete de la tarde de este pasado viernes y culminarán a las siete del lunes.
Durante todo este sábado la incidencia de la protesta se ha dejado notar especialmente en paradas céntricas como las de Plaza Nueva, donde el movimiento de pasajeros fue continuo y los taxistas tardaron mucho menos de lo habitual en bajar el banderín de ocupados. En esa zona al mediodía se veían las primeras colas de personas que aguardaban para coger un taxi. «Estamos todos unidos en esta protesta, yo haré la huelga mañana a partir de las siete de esta tarde», explicaba el taxista con la licencia 39 mientras cargaba a unos clientes al mediodía de ayer en Plaza Nueva.
La incidencia de la huelga ha ido a más a medida que ha avanzado la tarde y ha tenido un momento crítico en la llegada del AVE de Madrid a las seis de la tarde en la estación de Andaluces. A pesar de que había una decena de taxis en la parada el gran número de pasajeros que necesitaba transporte público ha provocado largas colas y esperas que han exasperado a algunos usuarios.
Las reivindicaciones
Las escenas se repetirán con probabilidad este domingo por la avalancha de visitantes que recibirá la capital. Los cortes de tráfico del Centro por la procesión, que comenzarán desde las cuatro de la tarde, complicarán sin duda también la circulación.
Desde la Federación Provincial de Hostelería y Turismo han lamentado las «disfunciones del servicio público» generadas por esta protesta «en un fin de semana dónde hay muchísimos turistas, probablemente en el fin de semana con más movimiento del año».
Sin incidencias
Por su parte, el presidente de la Gremial del Taxi de Granada, Ramón Alcaraz, ha destacado que la jornada de huelga se ha desarrollado sin incidencias y sin generar grandes problemas para los clientes que encontraron vehículos a su disposición. A pesar de ello les reiteraron sus disculpas por las posibles molestias.
«Exigimos que se vigile la ratio de un VTC por cada 30 taxis, que no se está cumpliendo. Es un engaño a los clientes lo que están haciendo los VTC que en el pasado fin de semana del Granada Sound estaban cobrando 80 euros por llevar a clientes al cortijo del conde, eso no puede ser», protestaba José Antonio Pareja de la Cruz, uno de los taxistas que este sábado trabaja en servicios mínimos.
«No estamos en contra de los VTC, siempre hemos convivido pero se tienen que cumplir las ratios y también respetar al cliente. A nosotros nos regula el Ayuntamiento a ellos no los regula nadie», añadía Javi Herrera, otro de los taxistas que prestaba servicio este sábado en el centro.
«Con las VTC siempre hemos convivido y no tenemos problemas pero todas las licencias que se han liberado desde 2015, que han sido miles, están en plataformas multinacionales evasoras de impuestos y lo que no que no se puede permitir con esta regulación es que los vehículos de estos gigantes empresariales trabajen de taxis», resumía Alcaraz, a la espera de que mañana la mesa del taxi mantenga una reunión con el Gobierno andaluz.
Las VTC denuncian ataques en Málaga y Sevilla
Desde Andeval y Unauto-VTC, las patronales del sector VTC, han denunciado los ataques que aseguran haber sufrido esta noche una docena de conductores mientras ejercían su profesión en Sevilla y Málaga. «Estos conductores han denunciado graves agresiones por parte de personas que, en varios casos, se han identificado como taxistas. Además, más de 30 coches han sido afectados por el lanzamiento de piedras, huevos u otros elementos», indican en una nota de prensa.
«A todos los profesionales del sector VTC, les agradecemos su labor por la movilidad y les pedimos contar con las autoridades y mantener la calma ante cualquier incidente. Agradecemos el esfuerzo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que han prestado un servicio impecable en momentos de mucha tensión. Al mismo tiempo, solicitamos que se refuerce la vigilancia en lugares de especial interés como estaciones o aeropuertos, los lugares donde se han registrado más incidentes en las últimas horas», añaden.
Andeval y Unauto-VTC, en nombre de los miles de profesionales, autónomos y empresas del sector, siguen considerando «que la convivencia entre VTC y taxi es posible, tal y como se ha demostrado en los últimos años en muchas ciudades de España». «La violencia no puede ser el camino sobre el que se asienten las bases del futuro de la movilidad en las ciudades», concluyen.
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