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Granada se prepara para una emergencia en una crecida del río Genil
Los equipos de Emergencias entrenan para rescatar a los granadinos en caso de inundación con un simulacro
Máxima expectación en el entorno del Puente Romano este jueves por la mañana. El río Genil había experimentado una crecida, existía riesgo de inundación, y ... algunas personas estaban atrapadas. Una sirena anunció la llegada de Bomberos de Granada. A través de una escalera plegable, un efectivo descendió rápidamente y se tiró al agua. Había un hombre flotando a la deriva.
Nadó hasta él en menos de 50 segundos y lo mantuvo a flote hasta que el equipo de rescate llegó en lancha. Entre todos, lo subieron, lo colocaron sobre una tabla y lo acercaron a la ribera, en concreto, a la explanada frente al Puente Romano, a la que se accede desde el Paseo del Salón. Allí esperaba Protección Civil. Nada más recibir al hombre lo trasladaron a una camilla y le pusieron la máscara de oxígeno. «3, 2, 1. ¡Arriba!», gritaron al unísono.
Mientras los sanitarios lo estabilizaban en la ambulancia y partían hacia el hospital, Bomberos de Granada continuaba su labor. Tenían que rescatar a otra persona que, en lugar de en el agua, había quedado atrapada sobre un montículo de piedra. El motor de la lancha rugía. Esta vez, la intervención fue mucho más ágil. Una escalera plegable y un par de manos de apoyo fueron suficientes. El hombre pudo salir por su propio pie, aunque le tomaron las constantes por precaución.
Pero la acción no había terminado. Era el turno de los buzos. Una de las personas atrapadas no aparecía. Fueron varios minutos de tensión hasta que dieron con ella. Se confirmaron entonces las sospechas: la crecida del Genil se saldaba con una víctima mortal. Procedieron al traslado del cadáver a tierra firme. Afortunadamente, nada de lo narrado en este reportaje ocurrió de verdad. Los distintos escenarios fueron parte de un simulacro de los equipos de Emergencias.
La coordinación es «clave»
El simulacro se desarrolló en el marco del curso de la Academia Nacional de Protección Civil sobre gestión de inundaciones en el sureste español, celebrado esta semana. Es la quinta edición; el año pasado, en Granada ya se pudo ver un ensayo en la compuerta 0 del río Genil. Esta vez también acudieron profesionales de todo el país. En total, en el Puente Romano había 50 alumnos, además de las 30 personas que participaron activamente.
La colaboración y coordinación entre Bomberos de Granada, Protección Civil, Unidad Militar de Emergencias y Confederación Hidrográfica del Guadalquivir es «clave», según apuntaron las autoridades. En primer lugar, el subdelegado del Gobierno en Granada, José Antonio Montilla, advirtió sobre «los riesgos que el cambio climático genera en cuanto a lluvias torrenciales y, por tanto, el riesgo de que se produzcan estas inundaciones».
«Tenemos que tener todos los puertos bien preparados y coordinados. Esa es la clave. Que todos sepamos cómo actuar ante una situación de emergencia. En Valencia, algunos que hoy están aquí actuaron como habían aprendido. El protocolo no ha cambiado, pero, a raíz de la dana, sí se ha reforzado la importancia de estos cursos y simulacros, que se acompañan con conferencias y otras actividades», expresó Montilla ante los medios de comunicación.
Por su parte, la concejala de Seguridad del Ayuntamiento de Granada, Ana Agudo, subrayó que «la coordinación no solo existe, sino que, además, la practicamos de manera recurrente». «Desde el consistorio, hemos dado cobertura con Policía Local, con 10 efectivos y dos ambulancias y otros 10 efectivos de Bomberos. La dana ha sido un ejemplo y el apagón también nos puso a prueba. Hay que estar preparados», concluyó.
Un último rescate
En este contexto, el Comandante Enrique Francos, del II Batallón de la UME, dio paso, unos metros más adelante, a la última parte del ejercicio: «Se ha detectado la presencia de un cuerpo, el juez ha declarado que el forense no podía venir y el no se puede perder». Acto seguido, un equipo preparó barreras de contención para aislar la zona donde estaba. Con una moto de extracción de agua y con técnicas de achique, controlaban el nivel del agua.
Desde el Paseo de los Basilios, un profesional de la UME realizó el trabajo en vertical. Descendió, izado, hasta el agua y los compañeros que mantenían la barrera de contención le ayudaron a atar bien el cuerpo. Después de varios minutos, y antes de que se produjera la riada, lograron rescatar el cuerpo. El simulacro había acabado. Nuevo éxito para los equipos de Emergencias.
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