20.000 personas ponen rumbo a la igualdad por el 8M en Granada

Eso rezaba el lema principal de la marcha que ha conquistado el centro de Granada. Pero de manera literal. Desde antes de la hora de inicio se congregaron centenares de personas en el Parque del Triunfo preparadas para dar guerra... De la buena. «¡Aquí estamos las feministas!», anunciaban a viva voz por si quedaba algún despistado ajeno al Día Internacional de la Mujer. Si lo hubo, pronto se tiñó de morado. «Lo ideal sería no tener que salir a reivindicar nada, pero por desgracia no puede ser», comentaba Claudia. Junto a sus amigas Andrea y Ana, esta joven tenía clara su proclama. «Tenemos que acabar con la discriminación laboral de la mujer y con la violencia. Es increíble que en lo poco que va de año ya hayan sido asesinadas cuatro mujeres por agresiones machistas».

Su pancarta lo indicaba todo: 'Nos sembraron el miedo y nos crecieron alas', porque qué mejor que el 8M para plantarle cara al machismo. Igual de sólida se mostraba Marina aporreando su timbal. Dentro de la batucada que encabezó la marcha sacaba tiempo para reivindicar igualdad «en el día clave de la lucha de las mujeres. No queremos desigualdad para nosotras, ni tampoco para las personas trans. El feminismo se tiene que abrir a todas las problemáticas del presente y las cuestiones de género lo son», argumentaba acerca de cierta polémica que había hecho replantearse sus principios al colectivo y que se puso de manifiesto en el 8M.

En la Plaza del Carmen se llevó a cabo una concentración alternativa contra la Ley Trans del Gobierno de Pedro Sánchez que no recibió el apoyo de la manifestación principal. Fue el único momento de división en una tarde donde resonó una única voz cantante. «El feminismo camina 'palante', el machismo camina 'patrás'», entonaba un Reyes Católicos atestado de madres, padres, hijos, hijas, abuelos, abuelas... Toda la familia reunida en pro de la igualdad. Allí estaba Ada, en su cochecito con tan solo 16 meses apoyando la lucha feminista en Granada. «Cada vez que hay una crisis de cualquier tipo de traduce en una pérdida de derechos. No lo podemos permitir. Las mujeres tenemos que luchar por lo nuestro. Por nosotras mismas y por todas las que vienen detrás», comentaba su madre Penélope ataviada con una camiseta morada y con el pelo teñido del mismo color.

«Con ropa, sin ropa, mi cuerpo no se toca», proseguían las reivindicaciones por Puerta Real al son de la batucada mientras seguía el goteo de manifestantes por Gran Vía. Toda una marea feminista en la que no faltaron hombres. «Somos los primeros que tenemos que sumarnos al feminismo para lograr la igualdad. Es el objetivo de todos para que toda la sociedad podamos disponer de los mismos derechos y deberes. Sin nuestra implicación, jamás lo conseguiremos», aseguraban José Luis y Manuel mientras se ajustaban sus pañuelos morados.

Así quedó el 8M en Granada, un día de protesta y reivindicación que tuvo su colofón en el Paseo del Salón con la lectura del manifiesto de las asociaciones convocantes. Una jornada ya transversal en la sociedad granadina para pedir un mundo más justo para las mujeres donde las agresiones y el techo de cristal sean cosas del pasado, un tiempo imperado por el machismo que se empieza a ver cada vez más en blanco y negro. Una jornada para destacar la importancia de empezar a pintar el futuro de color morado.

La manifestación a favor de la igualdad de la mujer en la ciudad de Motril ha tenido una participación de 550 personas este 8 de marzo, según apunta la Policía Nacional.