La pérdida de alumnos en el último lustro lleva a Granada a cerrar 141 líneas educativas
Docentes y familias piden que se aproveche la caída de la natalidad para mejorar ratios. En este último curso se han creado 65 y suprimido 127
El final del periodo de matriculación para el próximo curso escolar se ha vivido con cierta preocupación, incluso tensión, en la provincia de Granada. Centros ... de Educación Infantil y Primaria –como El Zargal, en Cenes de la Vega, cuyas familias se estuvieron movilizando hace unas semanas– se enfrentan a perder una o más líneas educativas, o lo que es lo mismo, aulas. Esto no solo implica que algunos niños se queden fuera del cupo, sino también que haya más por grupo, ambas posibilidades que han puesto en pie de guerra a las familias. La Junta de Andalucía achaca esta dinámica a la bajada de la natalidad, mientras ellas y los colegios, tanto públicos como concertados, piden «que se aproveche para bajar las ratios».
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Que ahora nacen menos niños que antes es una evidencia. Lo dicen los datos y, además, tarde o temprano se acaba reflejando en el ámbito educativo. La hemeroteca de IDEAL recuerda que en septiembre de 2015 volvían a las aulas tras el verano 89.294 alumnos del segundo ciclo de Educación Infantil, de Primaria y de Educación Especial. Este curso que ahora acaba (2024/2025) arrancó, sin embargo, con 77.333 escolares. La fotografía es clara. En esta década, los colegios de la provincia granadina han perdido casi 12.000 niños. Y junto con ellos han desaparecido también aulas.
En este curso que ya ha finalizado, se han creado 65 líneas, pero se han suprimido 127, así que la provincia ha perdido 62
En los colegios públicos de la provincia, por ejemplo, se han suprimido hasta 141 líneas educativas en Infantil y Primaria en los últimos cinco años, para ser exactos. Según revelan los datos facilitados por el sindicato Ustea a este periódico, el curso escolar se inauguró en 2019 con 63 unidades menos que el anterior. El septiembre siguiente, en 2020, se cerraron otras 44 y 9 más en 2021. Solo en 2022 se recuperaron 7. A partir de ahí, la Junta suprimió 14 en 2023 y 18 este pasado 2024.
Si además de Infantil y Primaria se integran primer ciclo de E.S.O. y Educación Especial, en este curso que ya ha finalizado, en concreto, se han perdido 62 líneas. Según los datos de Ustea, se han creado 65 y se han suprimido 127. Algunos de los colegios más afectados han sido el Sagrado Corazón de Jesús de Alhendín; el Barranco de Poqueira en Capileira; el Gómez Moreno y el Vicente Aleixandre en Granada; Al-Zawiya en La Zubia, y Mayor Zaragoza en Salobreña, entre otros. Los mejor parados, por contra, Cosme y Damián, en Cortes de Baza; Mures, en Cúllar; Francisco Ayala, en Ogíjares, y Enrique Tierno Galván, en Zafarraya, que han ganado hasta tres líneas.
Incertidumbre
Que se elimine una línea de Infantil, por ejemplo, se traduce en que haya un aula menos en cada nivel del ciclo. La cuestión ahora es qué va a pasar el curso que viene. En febrero, la federación de asociaciones de madres y padres de alumnos de Granada, Fampa Alhambra, ya protestó por la oferta para 2025/2026. La Consejería de Desarrollo Educativo explicó entonces que se basa «en la evolución de las matrículas de los últimos cursos, marcada por una caída pronunciada de la natalidad».
Para planificar la oferta, la delegación de Educación en Granada se basa en la evolución de las matrículas de los últimos cursos
La portavoz de Ustea en Granada, Paula Martínez, plantea que la falta de niños «se aproveche para bajar ratios y aumentar plantillas con fondos propios, que no europeos, que cuando se acaban se pierden recursos». Apunta al caso de Cenes de la Vega, donde, según las familias del CEIP El Zargal, colegios concertados han hecho campaña en guarderías. «Se están beneficiando con más inversión. En Granada centro, hay más concertada y privada que pública. No se está garantizando el derecho de acceso a la educación», opina.
La asociación de directores de Infantil y Primaria pide que se tengan en cuenta «los mismos criterios». «Si es verdad que tenemos la opción de mejorar la enseñanza bajando los ratios, vamos a hacerlo, mantengamos las líneas, tenemos instalaciones, recursos. De esa manera, las familias saben lo que hay. Y si al final no son necesarias, que se destruyan fehacientemente», plantea el presidente, Luis Pinto, director del CEIP Fuentenueva. Lo contrario es, según él, «publicidad negativa contra la comunidad educativa».
«Queremos que haya recursos para lo que se necesite. La enseñanza pública es la que acoge a los vulnerables. Que dejen las líneas, que ya verán cómo se llenan. Además, las ratios siguen siendo altas, que no jueguen con ellas. Los profesores acaban saturados, sin poder hacer bien su trabajo. No se trata de valorar con Europa, con el informe Pisa, sino de hacer las cosas bien aquí y ahora», comparte la presidenta de Fampa Alhambra, Rosa Funes.
No obstante, a estas 141 líneas perdidas en centros educativos públicos habría que sumar las correspondientes a los concertados. La Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa) también se ve afectada por la falta de niños y la supresión de líneas en Granada. «Todos estamos sufriendo lo mismo. La concertada siempre las ha perdido, pero ahora está un poco más cercana a la oferta y la demanda. Esta ley es buena para todo, aunque el mejor criterio es la elección de los padres, que puedan elegir», comparte su portavoz en Granada, Pablo Luque. Defiende bajar ratios, «así la calidad de la enseñanza será mejor», pero entiende «la necesidad económica de un Gobierno, que tiene mucho que evaluar».
De cara al próximo curso, el colegio concertado Cristo de la Yedra, por ejemplo, «perderá una línea educativa a pesar de haber registrado más de 60 solicitudes», según Concapa. Regina Mundi, Virgen de Gracia y Escolapios, por el contrario, «tienen alumnos suficientes para mantener dos e incluso tres líneas».
Nada «definitivo»
Al iniciarse el periodo de escolarización, la Consejería de Educación realiza una previsión de unidades para cada provincia según los índices de natalidad y los datos del censo municipal. Es el punto de partida, pero las unidades «no son todavía definitivas». Concluido el proceso el 31 de marzo, «se conocen las solicitudes de admisión que han recibido los centros educativos y se van sumando unidades allá donde sean necesarias, como ocurre en cada curso escolar».
La delegación de Educación en Granada insiste en que «este proceso no culmina hasta el inicio del próximo curso escolar, por lo que a día de hoy no se ha eliminado ninguna unidad». Una vez registradas todas las matrículas, el servicio de planificación y escolarización «sumará el número de unidades que sean necesarias para dar respuesta a las necesidades reales de escolarización». Por lo tanto, la planificación de la oferta de plazas para el curso 2025/2026 está «activa».
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