«En Granada no hemos pasado de fase porque salimos más que en Jaén»
Montejícar, Campotéjar y Montillana están pegados a los jiennenses Noalejo o Huelma, pero en estos dos últimos sí han pasado de fase pese a tener tasas de Covid-19 casi idénticas
Sergio González Hueso
Granada
Martes, 12 de mayo 2020, 01:37
Juan y Antonio están acumulando tercios de cerveza en la terraza del Rincón de Pepe. Alicia es la que manda. Entra y sale para servirles ... atravesando un salón vacío: con luz solo en la cocina y las sillas encima de las mesas. Lleva correctamente puesta una mascarilla y un escudo facial; no como ellos. «Es que si no, a ver cómo bebo», dice Antonio, que tiene la suya subida a la coronilla. Entre tanto complemento antiviral, a Alicia apenas se le ve la cara. Oírle es otra cosa: «Y vosotros tened cuidado también, que os habéis pasado de provincia y eso no se puede», bromea con los periodistas que acaban de llegar a su negocio –un 'rincón' bien situado en uno de los márgenes de la A-44 que une a Granada y Jaén– el primer día en el que ha podido abrilo desde hace dos meses.
Y si el Rincón de Pepe tiene abierta la persiana, es porque Jaén ha pasado a la fase 1 mientras que en Granada, a escasos siete kilómetros de distancia de este lugar, se mantienen unas restricciones que impiden abrir terrazas, comprar en pequeños comercios o celebrar reuniones en las casas. Aunque Alicia reconoce que ahora no compensa mucho abri, en Noalejo (Jaén) ya hay bares como el suyo que han sacado las mesas a la terraza. «Habrá que ir allí ahora a tomarse algo», ironiza Kiki, un vecino del pueblo granadino de Campotéjar, en el que solo hay bancos abiertos y tiendas de alimentación. «Nosotros no hemos pasado de fase porque somos gilipollas», resume el vecino, que cree que los vecinos de Jaén no salen tanto como los de Granada:«Será por la playa o algo», teoriza. La situación es del todo anómala, su pueblo y Noalejo están separados por apenas un suspiro: cinco minutos en coche. Y en ambos municipios no se han registrado ningún caso de Covid-19. Sin embargo, si Kiki quiere un café debe cambiar de provincia.
El alcalde de Campotéjar, José Aguílar (PSOE), explica desde su despacho que no haber pasado al siguiente escalón de la desescalada ha causado cierto malestar sobre todo entre los bares que hay en el pueblo. Son seis. «Lo estábamos preparando todo para que pudieran tener más espacio a la hora de poner las mesas, pero al final no nos queda otra que acatar la ley», cuenta el primer edil, que no acaba de entender mucho esta situación. «Es que hay mucha relación con Noalejo (Jaén), muchos de aquí están casados con gente de allí. Habrá unas 50 parejas», indica Aguílar, que evidentemente sabe que es muy difícil respetar los márgenes administrativos cuando se convive en los límites de dos provincias distintas.
Campotéjar, Iznalloz, Montillana o Montejícar se encuentran en la misma situación: tasa de contagios muy similar a sus vecinos de Huelma, Noalejo o Campillo de Arenas, pero sin embargo atados de pies y manos hoy debido a una desescalada que se ha hecho por provincias y no por comarcas o distritos sanitarios. «Es que en algún sitio tienes que cortar, la casuística es tan amplia que es muy complicado contentar a todo el mundo», señala el alcalde de Montejícar, Francisco Javier Jiménez (PSOE). En este municipio, a unos 15 kilómetros de Huelma (Jaén), se acaban de quitar el miedo en el cuerpo tras vivir dos semanas «muy duras», cuenta el alcalde.
Después de una cuarentena sin sustos, hace unos 15 días que una mujer del pueblo dio positivo casi por casualidad al ir al médico a otra cosa. Eso puso a todo el mundo en guardia. «Yo he hablado con mucha gente y la verdad es que está concienciada, después de lo que ha pasado, la mayoría no tiene prisa por salir», señala Jiménez, que explica que la mayoría de vecinos de Montejícar vive del campo. Si bien hay entre diez y once bares y un establecimiento turístico. Es la casa rural Villa de Xicar. José Manuel Vico es su propietario. Atiende a IDEAL en la puerta de un lugar muy acogedor que mira a las ruinas del castillo de Montejícar y a la plaza de la Casa Consistorial.
Él quier abrir ya las puertas de su negocio.«Es que en la fase 1 puedo acoger, por ejemplo, reuniones familiares de hasta 10 personas en unos apartamentos que son muy grandes», cuenta este vecino, a quien «no le entra mucho en la cabeza» que las limitaciones sean más estrictas en su pueblo que en Huelma, «cuando ellos tienen más de un 300% de casos más que nosotros», recuerda.
Él cree que con la información que se tiene la desescalada debería hacerse ya «pueblo a pueblo». Y más en zonas como la suya, en la que las fronteras interprovinciales no existen más que sobre el papel.
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