Granada no participa en la misión europea para reducir la polución antes de 2030
Pese a estar entre las ciudades más contaminadas, no concursó para entrar en el proyecto en el que sí están incluidas Madrid, Barcelona y Sevilla
La postal es ya conocida. Cuando la capital acumula varios días de estabilidad meteorológica, una boina se posa sobre la silueta de la Alhambra y ... Sierra Nevada. Es una neblina formada por partículas y gases contaminantes, visible desde toda la ciudad, que flota sobre las calles a modo de recordatorio: Granada está entre las ciudades más contaminadas de España.
Lo dice el Observatorio de la Sostenibilidad, que en 2021 situó a Granada como la octava ciudad española que más dióxido de nitrógeno respira y la segunda más afectada por la concentración de partículas. En todo ello influyen el clima, la intrusión de polvo sahariano –la calima– y la particular orografía de una urbe rodeada por montañas. Poco se puede hacer ahí. Pero sí hay cierto margen para emitir menos gases nocivos: modernizar las calderas, reducir el tráfico privado, construir zonas verdes... Un centenar de ciudades europeas, siete de ellas españolas, se han marcado como objetivo ser localidades climáticamente neutras antes de 2030. Granada, pese estar entre las más contaminadas, no es una de ellas.
La ciudad no participará en la 'misión europea' –así se conocen los programas de la Comisión Europea– que destinará 360 millones para poner en marcha proyectos de innovación hacia la neutralidad climática con horizonte 2030. Hubo 362 candidatas a la misión en todo el territorio comunitario, 25 de ellas ciudades españolas. A finales de enero quedó cerrada la convocatoria y Granada no participó en ella. Entre las seleccionadas para el 'desafío' de la neutralidad en ocho años están Madrid, Barcelona, Marbella o Sevilla.
Las ciudades que formarán parte del programa compartirán con las localidades participantes ideas sobre movilidad limpia, eficiencia energética y planificación urbana ecológica.
El grupo municipal del PP critica que el equipo de gobierno de la capital «ni si quiera ha expresado interés en participar en la misión». El portavoz de la formación, César Díaz, recuerda que para reducir la concentración de dióxido de nitrógeno, el Observatorio recomienda disminuir el tráfico, establecer zonas peatonales, incentivar el uso de la bicicleta y los vehículos no contaminantes, flotas de bajas emisiones o medidas desincentivadoras del coche privado. También propone establecer zonas de bajas emisiones y monitorizar las emisiones de dióxido.
Las ciudades que formarán parte del programa compartirán con las localidades participantes ideas sobre movilidad limpia, eficiencia energética y planificación urbana ecológica. Además, según una nota difundida por el Gobierno, las ciudades podrán acceder a colaboraciones en sinergia con otros programas de la UE. Contarán con asesoramiento y tendrán oportunidades de financiación europea. Todo ello, tras la firma de un 'contrato de ciudad por el clima', adaptado a cada municipio, con planes concretos para alcanzar la neutralidad climática y planes de inversión. No serán documentos vinculantes, pero constituirán un compromiso político con los ciudadanos.
Renunciar a asistencia
«No optar a formar parte de esta misión europea es renunciar al asesoramiento y asistencia a medida, es renunciar a programas de financiación. La misión era una oportunidad de crear redes, aprendizaje e intercambio de experiencias entre ciudades», critica Díaz. El PP lamenta que Granada «hace tiempo que ha dejado de ser proactiva en la aplicación de políticas para luchar contra la contaminación». Díaz ejemplifica con la cumbre de alcaldes metropolitanos convocada por Cuenca, «que quedó en una simple fotografía para el recuerdo», y hace referencia también al bus eléctrico «que funciona solo a media jornada porque no hay previsto un sistema de carga suficiente».
La ciudad trabaja en una hoja de ruta
Desde el equipo de gobierno, el concejal de Medio Ambiente, Jacobo Calvo, explica que cuando llegaron al equipo de gobierno vieron que era una propuesta ambiciosa dirigida a ciudades con planes de calidad del aire más avanzados. «Cuando llegamos al gobierno de la ciudad encontramos un plan de calidad del aire obsoleto que apenas había cumplido el 10 o 15% de los objetivos establecidos. Actualmente no tenemos un plan de calidad del aire elaborado por parte de la Junta», señala Calvo.
A pesar de eso, incide en que la ciudad sigue dando pasos hacia la mejora de la calidad del aire aprovechando fondos europeos. Por ejemplo, aumentando las zonas verdes urbanas en cuatro distritos de Granada e incrementando la superficie peatonal en el Centro.Todo ello, sumado a las medidas adoptadas por empresas que prestan servicios a la ciudad –como Inagra o Emasagra– y a otras iniciativas con supermercados y superficies comerciales. La ciudad trabaja en una hoja de ruta con objetivos a alcanzar en los próximos años. Recuerda, no obstante, que la solución tiene que ser metropolitana, por lo que están convocando reuniones para establecer una hoja de ruta conjunta.
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