Granada se mantiene en nivel de riesgo cero frente al virus de la fiebre del Nilo
Andalucía suma ya cinco fallecidos por esta causa este verano. La consejería de Salud asegura que la provincia es considerada una zona «no expuesta»
La provincia de Granada se mantiene a día de hoy en un nivel de riesgo «cero» frente a la amenaza que está suponiendo el virus ... de la fiebre del Nilo Occidental para Andalucía, que acumula ya cinco fallecimientos por esta causa en lo que va de verano y de 2024. Así lo han asegurado a IDEAL fuentes de la consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía. En Granada, por lo tanto, «no es que no haya un procolo previsto o activado, sino que esta zona es considerada un área no expuesta».
Este virus se transmite por la picadura de mosquitos. En el 80% de los casos, aproximadamente, cursa de manera asintomática;en el resto, se pasa como una gripe. Sin embargo, el incremento de los contagios ha hecho saltar todas las alarmas este verano en Andalucía. Los dos últimos fallecimientos se han producido en el municipio de Coria del Río esta misma semana y todos los registrados hasta el momento han tenido lugar en la provincia de Sevilla, donde en los últimos días se han confirmado diez nuevos casos de infección. En Andalucía, en general, suman 53.
La preocupación ante la epidemia de contagios de fiebre del Nilo Ocidental ha calado igualmente en otros puntos del territorio andaluz, como en La Carolina, localidad de Jaén que actualmente se encuentra en nivel de alerta cuatro, como ya ocurrió durante la anterior temporada estival. Allí, la consejería de Medio Ambiente ha detectado la presencia de este virus en un pollo de águila imperial. A raíz de eso y desde hace más de un mes, el Ayuntamiento está estudiando la fauna y tomando medidas «de prevención y tratamiento» contra los mosquitos.
En casos como el granadino, cuya población se encuentra, siempre según la Consejería, fuera de peligro, «se toman las medidas habituales de salubridad pública establecidas por las administraciones locales», siempre en materia de la competencia que tengan y donde se contemple la vigilancia y control de mosquitos. El protocolo de vigilancia y alerta de fiebre del Nilo Occidental, cuya actualización se ha presentado en consejo de Gobierno este 2024, se activó en la primera semana de junio y está previsto que se prolongue hasta finales de noviembre.
Medidas de prevención
El plan de actuación que la Junta de Andalucía maneja a través del sistema de vigilancia epidemiológica recoge las medidas preventivas a tomar al verse amenazada la salud pública. En el caso del virus de la fiebre del Nilo Occidental, una enfermedad «emergente», sugiere evitar las picaduras de mosquitos y aumentar la seguridad en las transfusiones y trasplantes, así como sensibilizar a todos los sectores de la población.
Asimismo, incide en que los profesionales sanitarios deben estar informados del «potencial riesgo» que supone el contagio en personas residentes en zonas con circulación de mosquitos transmisores como en quienes las visiten. Esto «facilitaría la detección precoz y mejoraría el tratamiento y el control de la enfermedad», según el protocolo, que también resalta la importancia de mantener vigilados los focos. De hecho, su presencia en caballos ha sido «fundamental» para conocer el territorio en el que se reproduce este virus.
Alerta en salud pública
Cada inicio de temporada, se llevan a cabo actuaciones para evitar la proliferación de mosquitos en zonas habitadas. Según el diagnóstico, se diseña un programa de tratamientos preventivos basados en el control mediante larvicidas autorizados en áreas urbanas y periurbanas. En este sentido, el protocolo subraya que «se considera alerta en Salud Pública un solo caso de esta enfermedad, de declaración urgente, al ser emergente en España». Por ahora, la vacuna solo está disponible para uso veterinario.
Ante esta crisis que azota a Andalucía, el experto en Medicina Preventiva y Salud Pública Joan Carles March apunta que «nadie pensaba que avanzaría hacia Jaén y Córdoba, que se quedaría en Sevilla, Cádiz, Huelva». En su opinión, el «fallo» está en el tiempo. «Si los planes de prevención no se planifican en invierno, o en primavera a lo sumo, antes de que los mosquitos empiecen a moverse, luego es mucho más complicado actuar», comenta. Según él, «es evidente que hay un problema de trabajo previo».
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