Granada avista el final de la temporada con más casos de infecciones respiratorias en cuatro años

La gripe está detrás de la mayoría de muestras analizadas en pacientes granadinos, un 24% desde el comienzo de la temporada, según los datos de Salud a los que ha tenido acceso IDEAL. Le sigue el virus respiratorio sincitial (VRS), con un 12%, y el SARS-Cov2, con un 8%. A nivel general, en Andalucía la onda epidémica de gripe está disminuyendo, manteniéndose ahora el predominio de la B. También se han reducido las infecciones por virus respiratorio sincitial, el principal causante de la bronquiolitis. Los casos se dispararon en noviembre del pasado año, sobre todo en bebés.

En cuanto a la covid-19, durante toda la temporada se ha mantenido estable, sin grandes picos. El informe publicado por Salud revela que la tasa de incidencia actual es de 33,40 casos por 100.000 habitantes en Andalucía -no aportan datos provinciales-. En Granada, esta misma semana, hace un año, el dato ascendía a 187. Los hospitalizados por coronavirus en la provincia también se mantienen estables, oscilando entre los 12-14 durante el último mes, mientras que las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) llevan tres semanas sin ningún ingresado por esta patología.

Se trata de una temporada «atípica», tal y como coinciden los expertos, en la que los virus han regresado con fuerza después de dos años relegados por la covid-19. Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, señala que esta temporada ni siquiera se ha parecido a las de prepandemia. Al concluir el predominio del SARS-Cov2, los virus que habían dejado de tener actividad «han aparecido de forma diferente». «La bronquiolitis empezó antes de lo habitual y hemos tenido dos brotes de gripe, uno un poco antes de lo normal y otro un poco después», destaca.

Tiene mucho que ver, apostilla el experto, la pérdida de inmunidad de la ciudadanía, sobre todo los más jóvenes, que no han estado expuestos a los virus en mucho tiempo. En cuanto a la gripe, Joan Carles March esperaba que hubiera «una explosión mayor de casos», al hilo de lo que había ocurrido en Australia o Argentina. «Su comportamiento ha sido sensato», asevera.

María López, neumóloga del Hospital Universitario Clínico San Cecilio, también descibre como «especial» esta temporada, al registrarse la tasa de incidencia de infecciones respiratorias más alta de los últimos cuatro años. Comenzó en noviembre, adelantándose uno/dos meses, y está siendo más larga de la cuenta. Y es que tras el «silencio de los virus» por el SARS-Cov2, esta ha sido su «revancha». «La incidencia ha sido muy importante si la comparamos con los años de pandemia, cuando la gripe fue casi indetectable», apunta. Así, durante estos meses ha ido alternándose la prevalencia del virus de la gripe A y B. En estos momentos, la B es la que está provocando que la incidencia siga siendo elevada en el resto de España.

En Andalucía, la tasa de incidencia de las IRAs se sitúa en 381,77 casos por 100.000 habitantes, mientras que en España asciende a 731,8. La comunidad ha logrado doblegar ya la curva, algo que no ha ocurrido a nivel nacional. «Tiene que ver con las buenas temperaturas y el aumento de actividades al aire libre. Si a esto sumamos la población ya inmunizada, los virus no encuentran huéspedes donde asentarse», añade la experta.

Aún es pronto para afirmar que la época más dura ha concluido, pero los datos apuntan a que el descenso está siendo progresivo. Si la temperatura no baja de forma drástica, es lógico pensar que seguirá siendo así. Atrás quedan las altas cifras de ingresos que han tensionado esta temporada el sistema sanitario. «Ha habido más hospitalizados por haber más casos, no por haber sido más graves», recalca la experta.

Por último, José Martínez Olmos, responsable de Salud Internacional de la Escuela Andaluza de Salud Pública, cree que se han podido detectar más casos gracias a la vigilancia implantada a raiz de la pandemia. «Hemos estado más atentos a todos los virus y la temporada se ha parecido más a las de antes, al ir la covid-19 perdiendo espacio», resume. En este sentido, insiste en que el coronavirus «se ha mantenido estable, en un nivel en el que no ha producido mucho daño». «Ya lo comprobaremos, pero puede que pase a ser una patología normal o estable», agrega.

De cara al futuro, el experto insta a seguir usando la mascarilla en caso de notar síntomas o al relacionarse con personas vulnerables. La vacunación sigue siendo el mejor arma de prevención, y siempre que esté disponible es recomendable solicitar tanto la de la gripe como la del covid. «La ventilación también ha llegado para quedarse, disminuyendo el riesgo de contagio», apunta por su parte Joan Carles March, que invita a extremar siempre la precaución a la hora de visitar a personas mayores y bebés.