El gran robo de calderilla en Granada: un año para sustraer 124.723 euros de un parking

Los procesados, según detalla la fiscalía provincial en su escrito provisional de acusación, eran trabajadores del estacionamiento en cuestión, una circunstancia clave para que pudieran dar el golpe. Gracias a su condición de empleados tenían acceso a las cajas fuertes de las máquinas expendedoras de los tickets.

Y sin prisa pero sin pausa, se llevaban cantidades modestas para que la 'sirla' pasara desapercibida. La estrategia coló durante un tiempo, pero, al final, se descubrió el pastel. Los números no cuadraban: la cifra real de monedas y billetes no se correspondía con el registro informático del dinero, es decir, virtual.

El desajuste contable era de más de 100.000 euros y la empresa adjudicataria de la explotación del aparcamiento denunció el caso ante la Policía Nacional de Granada. Aquello tenía muy mala pinta.

Las investigaciones de los agentes encargados del asunto se saldaron con la detención de dos trabajadores del propio parking. Ambos tendrán que sentarse, la próxima semana, en el banquillo de la Audiencia Provincial para responder de la presunta comisión de un delito de apropiación indebida. En este sentido, la fiscalía reclama que los encausados sean condenados a dos años y medio prisión y al pago de una multa de nueve meses a razón de doce euros diarios.

Por su parte, la compañía reclama «lo que en derecho le corresponda», esto es, el abono del dinero sustraído.

El relato de los hechos elaborado por el ministerio público detalla el modo de actuar de los supuestos ladrones a lo largo de más de un año. «Los acusados, trabajadores (...) del parking del PTS, sito en la Avenida de la Ilustración, entre los meses de marzo de 2016 hasta agosto de 2017, actuando de común acuerdo y con ánimo de obtener un ilícito beneficio, hicieron suyo un total de 124.723 euros, que fueron incorporando a su patrimonio en pequeñas cantidades mediante los billetes que (...) cogían de las cajas fuertes que se encontraban en el interior de los cajeros automáticos instalados en el citado parking y a los que tenían acceso en su condición de trabajadores (del estacionamiento), teniendo la obligación de custodiar el dinero hasta que le fuera entregado a la empresa (...) encargada de retirarlo», relata la fiscalía.

En su día, la Policía Nacional explicó que los empleados de dicha compañía de seguridad comunicaron en varias ocasiones a los ahora procesados de la existencia de los descuadres en las máquinas de los tickets y estos últimos decían que iban a avisar a sus jefes, pero, siempre supuestamente, no lo hicieron por razones obvias:los presuntos causantes del agujero eran ellos mismos.