La 'Gran Recogida' de alimentos de Granada para Navidad ya está en marcha

Lleva 13 años colaborando y no se arrepiente del uso que le da al tiempo de su retiro: «Cada día estoy más contento. Empecé a colaborar porque tenía la necesidad de darme a los demás. Yo gracias a dios estoy jubilado, Yo prefiero gastar mi vida haciendo esto», explicó, aunque bromeó también sobre «su egoísmo»: «Esto lo hago porque me mantiene libre, me mantiene activo. Me quita de estar en la cama, hasta que se acaba la vida».

En sus casi tres lustros, tiene historias que, para él, «son como gasolina, me animan a seguir». Y es que una de las cosas que más llenan a este voluntario es la solidaridad granadina, que, «si hubiera un ranking, estaría en el Top 3». De hecho, tal es la sensación, que la comparte con todo el mundo.

«Siempre tengo familiares, amigos, compañeros de mi trabajo, los boyscout de Pulianas, gente que he tenido la suerte de conocer. A todos les animo a venir un rato», aseguró. «He llegado a tener una profesora recién operada de la espalda sentada en una silla repartiendo bolsas».

Como Pepe, hay otros 3.000 voluntarios repartidos por toda la provincia que seguirán la recolección de alimentos en los más de 400 puntos que habilitó el Banco de Alimentos para su Gran Recogida 2019, de la que más de 39.500 granadinos se verán beneficiados.

Su misión la tiene clara, «llevar un plato de comida a la mesa de quien lo necesita». Así define María del Carmen Torres el reto al que ella, y su equipo, se enfrentan durante esta campaña extraordinaria. Ella es una de las coordinadoras de voluntario, una pieza fundamental en el entramado de la ONG, pues en sus manos esta el reparto de turnos, «para evitar que haya horas con mucha gente y otras horas donde no haya nadie», señala.

Para ella no hay ayuda pequeña, pues todo ayuda a conseguir el gran objetivo del evento: «Todo tiene un valor muy grande, lo poco o mucho que puedan donar. Al final, no hay que olvidar que siempre se lleva más el que ayuda. Nuestra labor es agradecer ese esfuerzo».

Ella suma con este, siete años en la organización, y al igual que Pepe, acumula historias que guarda con mucho cariño: «Todos los años hay un momento en el que te tocan la espalda, te giras, y ves un carro lleno hasta arriba. Eso te provoca un momento de subidón que no es comparable», indicó, aunque no tardo en rectificar: «Hubo un año en el que se nos acercó un señor y nos agradeció, pues él había comido gracias al Banco de Alimentos, él y su familia. Este señor había conseguido dar vuelta a su vida, se encontraba en una situación estable económicamente y nos agradeció por haber comido. No puedo explicar la alegría que supuso».

El primer día transcurrió con normalidad, aunque la lluvia redujo en parte la cantidad de colaboradores, por lo que Teresa Martínez, coordinadora general de la Gran Recogida 2019 no dudó en invitar a la solidaridad durante la jornada sabatina, que ella aseguró que será «mucho mejor que la del viernes, siempre lo es».

Ademá, tanto ella como Indalecio García, presidente de la ONG, hicieron hincapié en la importancia de no perder de vista la «cronificación de la crisis», donde la diferencia entre ricos y pobres es cada vez mayor, y donde algunos «viven con sueldos precarios, que no les permite llegar a final de mes o llegan con muchos apuros:

«El 18,6% de la población de Granada vive por debajo del umbral de la pobreza. Eso, en niños y jóvenes, son más de 50,000. Hablamos también de parados de larga duración, que ya no tienen ningún tipo de subvención. Personas con salarios precarios. Esto es una realidad granadina que no podemos olvidar».