La PCR, la clave de dos laboratorios granadinos que trabajan 24 horas para hacer 400 test diarios
El Virgen de las Nieves y el PTS emplean el PCR, una técnica que se ha convertido en una de las herramientas mas poderosas para conocer con exactitud si una persona está infectada o no
Pablo Rodríguez
Granada
Domingo, 29 de marzo 2020, 01:05
La Organización Mundial de la Salud lleva semanas insistiendo en la importancia del diagnóstico masivo de la población como medida para contener la expansión ... del virus. Una de las opciones que se está manejando en los hospitales y, cada vez más, en los centros científicos que estos días se están poniendo al servicio de la lucha contra el COVID-19 es la PCR, una técnica que se ha convertido en una de las herramientas mas poderosas para conocer con exactitud si una persona está infectada o no.
Desarrollada por el bioquímico estadounidense Kary Mullis en los años 80, la técnica se fundamenta en la reacción en cadena de la polimerasa, un proceso que se aprovecha de la capacidad de una enzima presente en las células para hacer copias del ADN. A grandes rasgos, tal y como explica el director de Laniakea y uno de los divulgadores más relevantes de la provincia, Óscar Huertas, «se trata de un método que permite copiar una y otra vez ADN con la idea de obtener grandes cantidades de material y facilitar el estudio del mismo a los investigadores».
Periodismo y compromiso
Para lograrlo, no obstante, la enzima debe situarse en unas condiciones de temperaturas muy concretas. Es esa la misión de las máquinas que emplean los investigadores estos días, que mueven los grados para activar cada una de las fases en las que se divide el proceso. Son tres, esencialmente. La primera, como explica Huertas, consiste en separar la conocida doble hélice del ADN, un proceso que se logra situando la temperatura en torno a los 95º. La siguiente, en la que la polimerasa tiene ya en un papel más activo, se realiza a 70º. Finalmente, tras bajar la temperatura a 45 grados, es cuando se obtienen las copias del material de muestra. «Al final se trata de jugar con la temperatura», resume el divulgador.
La aplicación estos días a la detección del coronavirus en pacientes, sin embargo, hace necesaria una fase previa. Es lo que se conoce como RT-PCR, que suma al proceso otra enzima que se conoce como retrotranscriptasa. «Su función es muy sencilla», explica Huertas. «Lo que hace es traducir la carga genética del virus, que es ARN, a ADN para después hacer muchas copias de él».
«La PCR es la técnica más sensible; es decir, la que permite identificar el mayor número de casos»
Federico García | Hospital del PTS
Usando la analogía, lo que hace la enzima es funcionar como si fuera un traductor, trasladando un mensaje de una lengua a otra para que se pueda después amplificar y ser escuchada por los investigadores para determinar si un paciente está o no contagiado. Es lo que están haciendo los hospitales granadinos, donde cada día se hacen pruebas de este tipo.
Hospitales granadinos
Uno de ellos es el Virgen de las Nieves. El centro cuenta con un laboratorio que es de referencia vírica en Andalucía. Este departamento, como explica su responsable, el doctor José María Navarro, cuenta habitualmente con tres facultativos y cuatro técnicos especialistas que son los encargados de procesar todas las muestras de Andalucía de forma ordinaria. «Vigilamos brotes y alertas revisando muestras de gripe, polio, sarampión y parotiditis, así como sospechas de infección por zika, dengue o cikungunya», especifica.
«Las técnicas rápidas son menos sensibles por lo que, aunque más fáciles de realizar, su capacidad para detectar positivos es menor que la PCR»
José María Navarro | Hospital Virgen de las Nieves
Al principio, se decidió reducir su rango de acción a Andalucía Oriental (Jaén, Málaga y Almería, además de Granada). Sin embargo, en las últimas semanas se incrementó el personal –hay 20 personas haciendo este tipo de pruebas las 24 horas del día– y su labor se reforzó también con la colaboración de una veintena de laboratorios y centros de investigación –Genyo, López Neyra o Estación Experimental del Zaidín son algunos de los situados en Granada– con capacidad para realizar este tipo de técnica.
Si la fiabilidad es la fortaleza de la PCR, el tiempo y la especialización requerida son su debilidad. «Acelerando al máximo, contando con profesionales y material, se tarda un mínimo de tres horas y media o cuatro en terminar la prueba», explica, a su vez, el doctor Federico García, jefe del servicio de Microbiología del hospital del PTS.
Tanto este centro, que tiene a 16 personas turnando las 24 horas para hacer las PCR, como su homólogo del Virgen de las Nieves realizan a diario en torno a 300 o 400 pruebas. El número, muy alto gracias a la maquinaria especializada y el personal cualificado del que dispone, no es suficiente para alcanzar a toda la población que está movilizando la pandemia.
Test rápidos
Es ese el motivo por el que, desde el Gobierno, se introdujeron también los llamados test rápidos. Tanto Huertas como Navarro y García coinciden en señalar grandes diferencias entre un tipo y otro de pruebas. Si la PCR se basa en la reacción de una enzima, los test rápidos se guían por la detección que los anticuerpos hacen del virus.
«Es otro campo, el de la inmunología», recuerda el divulgador. «El cuerpo humano, cuando detecta la entrada de un virus, una bacteria o un ácaro, hace reacciones al sistema inmune para hacer frente a la amenaza. Unas proteínas, que son los anticuerpos, se encargan de 'aprender' cómo es ese virus, bacteria o ácaro para defenderse más rápido y mejor la próxima vez que entre en el cuerpo».
«Los test rápidos de por sí son menos fiables que las RT-PCR, pero sirven para cribar grandes masas de población»
Óscar Huertas | Laniakea Management & Communication
El test rápido se aprovecha de este principio al determinar un positivo o un negativo en función de si los anticuerpos reconocen en la muestra de una persona algún rastro del virus. «Su funcionamiento es similar al de los test de embarazo», resume Huertas. «Y adolece de su mismo problema, la sensibilidad».
A las mujeres embarazadas se les recomienda que se hagan test de embarazo después de un tiempo porque el sistema falla en fases tempranas. Aquí ocurre algo parecido. Si el paciente no presenta una cantidad vírica de coronavirus alta en su muestra, los anticuerpos pueden no reaccionar lo suficiente y ofrecer un resultado dudoso. «A cambio, como fortaleza, no requiere de maquinaria ni de personal especializado para realizarlo y su resultado es rapidísimo, de 15 a 20 minutos», recuerda el divulgador.
Por este motivo, otros países lo están empleando para cribar grandes masas de población mientras emplean las PCR para confirmar resultados dudosos o detectar a la población que llega a los centros hospitalarios con síntomas. Ese es el camino que están tratando de seguir, en estos momentos, las autoridades, que se han lanzado a la carrera de adquisición de test con el objeto de cribar a grandes masas de ciudadanos y tratar de evitar la saturación de los laboratorios.
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