El Gordo de la Lotería más sigiloso de Granada suena a música y a transistor

En la mañana de ayer, algunos de estos agraciados se dirigieron a una oficina de La Caixa donde depositaron los billetes premiados. Todos ellos destacan, además de la alegría por el premio recibido, la gran generosidad de Pepe, como llaman a Bellido. «Es una persona con un corazón muy grande, y en él cupo la corazonada de que ante el año terrible que estábamos viviendo, el Gordo nos iba a tocar», afirma uno de ellos. Fruto de esa corazonada fue también la elección del número y el reparto. «En la peña estamos autónomos, gente humilde, que hemos pasado, en muchos casos, un mal 2020. Ynos viene muy bien el premio», dice sonriendo.

Los 24 décimos restantes se han repartido entre miembros de la familia y amigos del afortunado comprador. En total, más de 40 familias se beneficiarán del dinero de esos billetes de lotería. «Muchos van a servir para pagar hipotecas de los hijos, para comprar alguna casa... En general, no para lujos, porque todos son gente sencilla y humilde», comenta el allegado a López Bellido que cuenta la historia a IDEAL.

Entre ellos, hay muchos miembros de la Peña La Platería, a quien se vinculó erróneamente en primera instancia con el reparto del premio. «¡Qué más hubiéramos querido!», comenta un socio destacado de dicha peña. «Nos enteramos muy rápido de que le había tocado, y sabemos que la alegría es grande, porque se ha solventado con ese dinero más de un problemilla», asegura la misma fuente. «No renunciamos a que se conviertan en patrocinadores, porque queremos hacer muchas cosas y no tenemos mucho dinero para hacerlas», dice entre sonrisas este socio.

Otro de los afortunados es una persona vinculada a la música, pero de otro estilo completamente distinto. En su caso, el premio ha sido menor. Pero afirma que «hemos tenido un año muy complicado, ya que apenas hemos podido trabajar, así que el premio nos ayuda».

Entre los medios de comunicación, otro caso ha sido el de un profesional de dilatada experiencia que compró dos décimos del Gordo, pero intercambió uno de ellos con un amigo de Bilbao. Menos mal que se quedó uno. Así, a orillas del Nervión llegó la alegría procedente del Genil, radiada como un partido de fútbol de domingo.

En la administración de la calle Príncipe, Inmaculada Ruiz, comenta que «solo hemos contabilizado una compra grande del número. Y pocos agraciados se han acercado a compartir su alegría: una señora que llevaba dos décimos y un caballero que llevaba uno. En el Ayuntamiento, nada esta vez. Los primeros días fueron raros porque no vino nadie a cambiar los décimos. Desde el sábado ha habido más animación».