El fraude eléctrico se extiende de la Zona Norte a Haza Grande
Endesa revisa la red y desconecta 28 enganches ilegales, mientras los vecinos denuncian que sufren cortes de luz a diario desde noviembre
pilar garcía-trevijano
Granada
Martes, 23 de abril 2019
El fraude eléctrico se extiende de la Zona Norte al resto de la capital. Los apagones intermitentes en el distrito Albaicín se han convertido en ... un problema diario para los 2.132 habitantes de Haza Grande. Desde el mes de noviembre los vecinos se levantan cada mañana con una certeza: no tendrán luz en sus casas, al menos durante un par de horas. La misma enfermedad que ha dejado a la Zona Norte a oscuras en pleno invierno afecta ahora a la salud de un barrio que le toma el pulso a las plantaciones de cannabis. Endesa detectó un suministro con cargas muy elevadas para un consumo doméstico y el pasado 28 de marzo la Policía Nacional intervino en el barrio para desconectar de la red a defraudadores. La eléctrica revisó 61 puntos de las calles Marina, León y Bidasoa, y encontró 28 enganches ilegales a la red.
El vecindario a espaldas de la puerta de Fajalauza huele a marihuana. En mitad de calle Delicias, una mano discreta asoma por la rendija de una puerta. El intercambio es rápido, visto y no visto.El joven recibe la mercancía y continúa su camino de forma apresurada al oír los pasos de los transeúntes. Los residentes conviven con las plantaciones de hierba controladas por las mafias, que son las principales protagonistas de los enganches.
A escondidas, los más valientes se atreven a hablar sobre los problemas que acucian al barrio. «No es una zona insegura y tampoco hemos tenido problemas con los responsables de las plantaciones, pero no queremos empezar a tenerlos ahora», explica María (nombre ficticio). «Los vecinos tenemos miedo a denunciar y señalarnos frente a los narcotraficantes». «Nuestro mayor problema es con la empresa. A nosotros no nos corresponde pagar las consecuencias de las plantaciones. Tenemos un contrato firmado, pagamos el servicio cada mes y nos están cobrando como si tuviéramos la luz», denuncia. María es una de los cien residentes que habitan en las seis calles más afectadas por los cortes.
La sobrecarga de los transformadores, uno de ellos situado en la plaza Manflor, deja a los residentes sin poder desempeñar sus actividades cotidianas. El café a primera hora de la mañana está frío, la comida no se puede cocinar y los deberes de los más pequeños se hacen con la luz del sol o se quedan en blanco. En casa de José, nombre ficticio, los cortes de luz le dejan sin dormir. El granadino sufre de apnea del sueño y necesita enchufar a la red la máquina para poder respirar mientras duerme. Hasta que vuelve la luz no puede pegar ojo. José anota en un cuaderno el tiempo de demora en la vuelta del suministro.
Más de diez incidencias ante el servicio de clientes de Endesa durante Semana Santa. «La empresa sólo nos dice que en 90 minutos resolverán el problema». El 29 de marzo José interpuso una demanda en los Juzgados, denuncia que el lunes quedó archivada. Los residentes están desesperados y no saben a quién acudir. Han llamado a las puertas de la Dirección General de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía. El órgano no se hace cargo. Industria alega que la duración de los cortes de luz no es tan prolongada como para tomar medidas. «El barrio es frío y te quedas cuajado porque no tienes con qué calentarte. Muchos residentes son ancianos que necesitan oxígeno o requieren teleasistencia de la Cruz Roja, que no funciona sin luz. Están desprotegidos y pueden dar cualquier traspiés y caerse», manifiesta José. Las subidas de tensión han acabado con la vida de algún que otro electrodoméstico y los comercios locales denuncian que los sucesivos cortes les obligarán «tarde o temprano» a bajar las persianas. Algunos residentes ya han optado por mudarse a otras zonas de la ciudad. Sin embargo, los albaicineros que han nacido y crecido en esas calles no quieren abandonar el barrio: «He vivido aquí siempre y no voy a renunciar a ella. No puedo pagar una hipoteca en otro sitio y no quiero malvenderla», lamenta María.
En el centro de participación activa para mayores cuentan que en las pasadas elecciones andaluzas se quedaron a oscuras durante el recuento de votos y auguran el mismo final el próximo 28 de abril. Los mayores de Haza Grande dicen que las intervenciones policiales y los cortes de Endesa no son suficientes. «Hace tres semanas la Policía Nacional intervino en el barrio y cortó muchos enganches. Horas después ya estaban con la escalera para pinchar la luz», explica Paco. «Tienen que aumentar la vigilancia», sentencia.
Zona Norte
El cese en el suministro de luz tiene lugar en varias fases, ya que los vecinos están conectados a distintas líneas de energía, pero asola a todo el distrito. Incluso ha tenido repercusión en San Luis y otras calles aledañas a Haza Grande. Por su parte, Manuel Martín, Defensor del Ciudadano, ha recibido varias denuncias: «En pleno siglo XXI no concibo que en tantas zonas de Granada se viva con miedo. Me han pedido que no trasciendan sus datos al ver que en la Zona Norte no se ha solucionado y tienen que vivir con las mafias». Martín insta a las administraciones a «poner fin de una vez por todas» a la situación de todos los aquejados por la mancha verde que se extiende en la capital y el Área Metropolitana. De momento, una nueva manifestación recorrerá el centro mañana, jueves 25 de abril.
Endesa ha destinado desde 2016 460.000 euros a la detección del fraude eléctrico en la Zona Norte. La inversión en mejoras de las instalaciones y la reparación de la red asciende a 5.346.000 euros. Desde el 8 de abril, se han averiado cuatro transformadores en Molino Nuevo.
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