Francisco Javier Hita Marín: empresario innovador, audaz emprendedor

Más de cincuenta años de trayectoria empresarial le avalan, de los cuales treinta y seis he sigo testigo directo, fiel y objetivo de su buen hacer y entender la vida y el mundo empresarial. Un avanzado a su tiempo y un autodidacta formado en mil y una batallas, empresario hasta la médula, no contemplaba la vida sin sus proyectos visionarios, su familia, su empresa, sus empleados, o como él nos llamaba «sus socios». Era vehemente en la dicción, decidido en la acción, y frágil en el corazón. Siempre tenías en tu perspectiva su mano salvadora.

Una persona fiel a sus principios, pero no a costa de nada ni de nadie, sino a favor de su labor que era la empresarial, como buen pintor, literato o artista, creaba obras maestras día a día, con su audaz emprendimiento, y el fracaso nunca es que salga algún proyecto mal, sino no haberlo intentado, solamente con el aprendizaje del mismo es un bagaje aleccionador y un triunfo vital.

Ha logrado crear una gran familia, sin complejos ni miedos al fracaso, sin fracturas y unidos siempre, con la mirada puesta en el futuro y en la creación y sostenimiento de empleo de 'sus socios'. Ha proyectado y diseñado un equipo humano, encabezado por sus hijos, con una simiente emprendedora, valiente y continuadora con la impronta de nuestro querido Francisco.

Esto es un reconocimiento debido y merecido a la humildad del empresario que día a día lucha por su empresa, con dificultad, con menoscabo de algunos entes insignificantes, pero siempre con el compromiso de responder ante los demás y su conciencia, hecho primordial que destaca la personalidad de un gran emprendedor, empresario y excelente persona.

Siempre ha luchado por la excelencia en el servicio y producto que ofrecía, porque era su creación, su obra maestra, y su manera de expresar lo que mejor entendía y sabía hacer, un privilegiado en las relaciones públicas y en el trato humano.

Mi respeto, admiración y reconocimiento siempre, mi cariño eterno. Francisco, descansa en paz, te lo has ganado sobradamente. Ya nos ocupamos nosotros de no defraudarte y seguir luchando por ti.

Tu familia, tus socios, tus amigos, tu mundo, con mucho cariño y respeto ¡siempre!