La fiscalía mantiene los cargos por asesinato contra el legionario que degolló a su exnovia en Granada

Durante la tercera sesión del juicio con jurado popular que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Granada, también han mantenido los cargos el resto de acusaciones, las particulares que ejercen el padre de la víctima y su hija menor, y las populares que ejercen la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Íllora. Tan solo la Junta ha modificado un extremo de sus conclusiones, al eliminar la agravante de abuso de superioridad.

Por su parte, la defensa ha seguido manteniendo que fue un homicidio con la atenuante de confesión, por el que reclama diez años de cárcel para el procesado.

Antes del trámite de conclusiones, han intervenido las médicos forenses que practicaron la autopsia al cadáver de Ana María y han explicado que la herida que segó su vida fue «profunda» y realizada «con mucha fuerza».

Junto a ello, tras escenificar ante el tribunal popular cómo se produjo el ataque mortal, han indicado que la víctima, que era maestra La Zubia, presentaba otras lesiones, como hematomas en la cadera y brazos.

Sobre el arma que utilizó el reo, han precisado que era «un cuchillo contundente», grande y «de hoja ancha» y, por la proyección de la sangre hallada en el piso del Zaidín donde ocurrieron los terribles hechos, han descartado que recibiera el corte totalmente tumbada, aunque sí «muy cerca del suelo».

El corte fue realizado «de izquierda a derecha» , han señalado las forenses, para precisar que la cuchillada fue «posterior» a las otras lesiones. De igual modo, han descartado que la herida que arrebató la vida a Ana María se produjera al caer con su agresor al suelo, puesto que un cuchillo en esas circunstancias «se hinca, no corta». El teléfono contra el maltrato es el 016.