Fallece Lolita Márquez, la emprendedora que consiguió para Granada la primera tienda Pronovias de España

Su vida cambió al conocer el proyecto que la familia Palatchi estaba esbozando para pasar de vender encajes y chantilly a confeccionar ellos mismos los trajes de bodas y ceremonias, germen de la firma internacional Pronovias. Lolita Márquez viajó a Barcelona para proponerles que en su tienda de la calle Alhóndiga se pudieran vender esos modelos. No fue fácil convencerles, ni a ellos, –en aquella época una mujer independiente no estaba bien visto– ni al entorno; pero tuvo el apoyo de su marido, «aunque no le gustaba que yo trabajara», cuando ella, valiente, decidió que quería «que mis hijos pudieran estudiar».

Y, finalmente se salió con la suya: Granada fue la ciudad en la que se abrió la primera de las más de 160 tiendas que posee a día de hoy Pronovias. Tenía que haber sido en el Paseo de Gracia de Barcelona –donde la familia Palatchi estaba instalada–, pero estaba en obras; y Lolita vio la oportunidad ofreciendo su tienda en la calle Alhóndiga, «que estaba preparada»; y, junto a su marido, consiguieron que la firma internacional colgara aquí su primer cartel.

El pasado año cumplieron los cincuenta años, en los que, a pesar de contar en el negocio con la ayuda de la familia, Lolita no dejaba de acudir, orgullosa, a la labor. «Aquí nunca se ha ido nadie sin su traje de novia por falta de medios». Un corazón solidario que se ha hecho presente en otras muchas iniciativas –su generosidad era bien

conocida–, alguna a la que se entregó de forma especial en estos últimos años, caso de la asociación Amigos de San Nicolás, de la que fue una de las 'almas fundadoras', y que ha conseguido rehabilitar este templo que, pronto, podrá volver a abrirse al público.

Con una sonrisa permanente y un hondo sentimiento cristiano –su rosario nunca le faltaba como compañía–, Lolita Márquez no se iba a quedar sin el adiós de los suyos que, tras conocer la noticia, organizaron un entierro 'on line', uniendo a la familia repartida no sólo en Granada, sino también en Valencia, Tarragona, Barcelona, y hasta Filipinas… Una anécdota más que podría haber unido a las muchas que ha vivido –y guardado–. Generaciones se han casado bajo la firma internacional que, hace ya más de medio siglo, gracias a su valentía y visión, tuvo a Granada como referente.