Las facturas por vacunar en Fermasa

Un montante que sería aún más elevado si la institución autonómica no hubiese devuelto el recibo de mayor cuantía de todos los que le ha llegado en las últimas semanas. Son otros 50.000 euros que se facturaron para compensar los «desperfectos» que supuestamente se han ocasionado en la solería del pabellón 2 por el continuo paso de los vehículos en el primer tramo de la vacunación, cuando se inoculaban las fórmulas contra la covid a través de las ventanas de los coches.

Fue durante los primeros meses de una campaña de inmunización masiva a la que se le dio el pistoletazo de salida el pasado 22 de febrero con las dosis de AstraZeneca a los docentes. A partir de ahí Salud pisó el acelerador –nunca mejor dicho– del proceso a la vez que encendía el contador de los gastos.

Aunque la cesión de los pabellones de Fermasa fue gratuita por parte del Ayuntamiento de Armilla (y así consta en las facturas), el uso efectivo de estas instalaciones ha terminado generando un coste importante. El primer recibo se giró a los 18 días de empezar a vacunar. Su cuantía es la más baja de las siete que ha acabado recibiendo la institución andaluza hasta que se marchó de allí. El pasado 11 de marzo se le cobró una cantidad de 6.746,96 euros por conceptos como la contratación externa de un servicio de limpieza por 2.976 euros.

A lo que se añadía un 'stand' modular por 1.200 euros, un encargado de mantenimiento por 400, el alquiler de sillas, que incluía el transporte, el montaje y la retirada (lo que costaba 200), y, por último, el consumo estimado de la electricidad por un total de 800 euros. Conceptos que se han ido repitiendo a lo largo de los meses.

Como en cualquier hogar español, las facturas más lesivas han sido las del consumo de electricidad, que se convirtió a la postre en la gran losa que tuvo que soportar a pulmón la administración regional. Sobre todo en los últimos meses por dos motivos: la necesidad de climatizar el pabellón durante el verano y la subida en el precio de la luz. Así fue cómo este recibo pasó de los 800 euros de la primera factura, a los 5.850 euros de julio o los 7.860 de agosto, en la que también se cobró los tres días de septiembre en los que se mantuvo abierto el recinto como sede de vacunación.

La luz era necesaria sobre todo por las neveras en las que se conservaban las dosis a entre 2 y 8 grados. Era vital mantenerlas a esta temperatura antes de su administración para que no se perdieran. De ahí que también se tuviera que utilizar un grupo electrógeno por si fallaba la electricidad, lo que le ha supuesto al erario público pagar un alquiler diario 45 euros. Esto sumó otros 7.778 euros al montante.

En total, como se ha dicho, 82.512 euros que se han ido pagando religiosamente. Aunque siempre hay alguna excepción, en este caso, el último recibo, que nadie se esperaba en Salud. Es una cantidad cercana a los 50.000 euros que se ha girado en concepto de desperfectos. Desde Fermasa explican que los miles de coches que circularon en su momento por el interior de uno de sus pabellones han dejado manchas de aceite, entre otras cosas, y este es el coste que supondría su arreglo.

El problema es que la cantidad le ha parecido desproporcionado a la otra parte, más que nada porque entre lo que se ha pagado ya se incluía un servicio diario de mantenimiento. Un extremo que parece haber convencido a la Feria de Muestras, que recalculará esta cuantía a la baja si encuentra alguna empresa que le haga más baratos estos trabajos, que son necesarios, dicen, para que el pabellón luzca como siempre.

Desde el Ayuntamiento armillero señalaron a IDEAL que la mayoría de los servicios cobrados corresponden a contratos externos que fueron tramitados por Fermasa por agilidad. Y que el resto corresponde a los gastos que se ha hecho por parte de Salud. En Fermasa aclaran que nunca se cobró la cesión de las instalaciones como sí se ha hecho en otros lugares como, por ejemplo, en Madrid con Ifema. Y que no se ha hecho nada que no se acordara por ambas partes.

Un convenio similar al que también se ha suscrito con el Consistorio de la capital para el uso del Parque de Bomberos, por el que también se están pagando recibos.