Expertos ven un error la dinámica de abrir y cerrar la mano para controlar la pandemia de la covid-19
No abogan por un confinamiento total, pero sí por velar por que se cumplan las cuarentenas o se cierre el interior de los bares
Sergio González Hueso
Granada
Domingo, 7 de febrero 2021
Los hospitales de la provincia están prácticamente colapsados. La nueva ola de contagios está llevando otra vez al límite a un sistema sanitario en el ... que sus profesionales están agotados física y psicológicamente después de un año de lucha contra la covid. Se han cumplido ya tres semanas desde que la Junta pusiera en marcha su nuevo marco restrictivo basado en la incidencia acumulada, una estrategia que, por el momento, solo ha conseguido estabilizar la curva.
Este periódico ha consultado a sus expertos de cabecera para que analicen la realidad actual que vive Granada, y por lo pronto creen que con este método consistente en 'abrir y cerrar el grifo' continuamente en función a los datos no se está logrando el objetivo de frenar totalmente la pandemia y, por tanto, el número de muertes. En un contexto en el que ya se empieza a oír a políticos de uno u otro signo ligar turismo y Semana Santa, los especialistas creen que los gobiernos deben ser valientes para aplicar medidas algo más drásticas, mandar mensajes coherentes y no contradictorios a la población y acelerar todo lo que puedan el proceso de vacunación. En otras palabras, que apliquen con sentido común todos aquellos conocimientos que se han adquirido en este tiempo de lidia contra el coronavirus.
Una de las voces que suenan más preocupadas por la situación actual y, sobre todo, por cómo se está gestionando esta crisis sanitaria desde el principio es el catedrático de Inmunología de la Universidad de Granada (UGR), Ignacio Molina. Para él, actualmente se está atravesando un túnel que cree que será más largo de lo que se está pronosticando. «Yo veo una crisis a largo plazo. No veo modificación alguna hasta por lo menos final de año», explica el también investigador, quien ante este panorama pide a los que mandan que no se «obstinen» en hacer «lo de siempre» porque si no sufriremos una «cuarta ola, una quinta y todas las posibles.», señala.
«Si nos obstinamos en hacer lo de siempre sufriremos una «cuarta ola, una quinta...»
Ignacio Molina | Catedrático de Inmunología
Molina propone hacer las cosas «distintas», que es básicamente «contener de la forma más sostenida posible» la pandemia. Y esto, evidentemente, no es relajando todas las medidas cada vez que se ha logrado doblegar la curva. «Esto es posible, pues hemos visto cómo hay otros países que lo han conseguido. Por ejemplo, China o Australia, que gracias a actuar de forma tajante ahora pueden hacer casi una vida normal», señala por su parte el decano del Colegio de Médicos, Jorge Fernández Parra.
Según él, no es necesario un confinamiento estricto como el de marzo. Más que nada porque se ha demostrado que el contagio es residual en muchas actividades que no se permitieron durante la primera ola. Lo que pide es endurecer las medidas, pero siempre teniendo en cuenta lo que se sabe. Por ejemplo, a su juicio, sería absurdo limitar la acción presencial en los colegios, el pequeño comercio o el deporte al aire libre. Sin embargo ve fundamental cortar aquellas actividades en las que se haya demostrado que son propicias para la propagación del virus: los interiores, sin ir más lejos.
«Es tarde esperar a tener una tasa de 1.000 para cerrar, porque ahí ya habrá colapso hospitalario»
El no llevarlo a cabo por ese –a su juicio– falso mito de equilibrar economía y salud solo implica más colapso hospitalario y más muertes. Por eso cree que la Junta debería reducir el umbral más restrictivo, que es de 1.000 casos por cada 100.000 municipios, a la hora de ejecutar cierres de los negocios no esenciales. «Es que con este punto de corte tan elevado la recuperación se retrasa, porque en el momento en el que llegamos a esa tasa tan alta ya significa que vamos a tener colapso hospitalario», señala este facultativo, que está cansado de que las gráficas solo dibujen «dientes de sierra». De acuerdo a lo que cree, hay que aplicar las medidas que ya sabemos que son eficaces y que hacen bajar la curva de forma rápida. De ejemplo pone lo que la Junta ejecutó en noviembre en Granada, que fue suspender toda la actividad no esencial durante 15 días.
La corresponsabilidad
Pero hay una cosa cierta: el control de la pandemia no solo depende de las administraciones y las autoridades sanitarias sino también de que la sociedad se implique. Y esto parece ser cada vez más complejo. La catedrática de Medicina Preventiva de la UGR, Aurora Bueno, se muestra muy preocupada porque se está dando cuenta de que la gente vive hoy «como si nada estuviera pasando».
«Nos saldría más barato incrementar los recursos para que se cumplan las cuarentenas que cerrar»
Aurora Bueno | Catedrática de Medicina Preventiva
A su juicio, no son «conscientes» de que Granada y el mundo entero tienen un problema «enorme» a causa de esta enfermedad tan peligrosa. «Nos hemos acostumbrado a vivir con la pandemia y parece que las estadísticas ya no nos duelen», apunta Bueno, que cree que hay que insistir en las medidas de protección individuales y velar por parte de las administraciones en que los ciudadanos cumplan los aislamientos por contagio o por ser contacto directo con positivos.
«Nos saldría más barato incrementar los recursos para que los contagiados no propagaran la enfermedad respetando las cuarentenas que cerrar toda la actividad económica», defiende esta investigadora, que entiende que hay fórmulas eficaces para hacerlo como por ejemplo habilitar hoteles para llenarlos con esas personas que, por ejemplo, no tienen espacio suficiente en sus casas para poder aislarse.
El exdirector de la Escuela de Salud Pública (EASP) y especialista en Medicina Preventiva, Joan Carles March, pronostica un horizonte muy duro si no se toman algunas decisiones importantes. Hace alusión, al igual que su 'colega' de la UGR, a la importancia de incidir en las medidas preventivas como el rastreo y aislamiento de contagiados y contactos. «Está habiendo una relajación evidente y favorecida por algunos mensajes que se lanzan públicamente y que desde luego no ayudan», señala March, que da la voz de alarma en mitad de dos polémicas relacionadas con el presentador Pablo Motos y la fiscal general del estado, Dolores Delgado, a quienes se les acusó esta semana de no cumplir estrictamente las recomendaciones sanitarias.
«Está habiendo una relajación y es favorecida por algunos mensajes que se lanzan públicamente»
Joan Carles March | Exdirector de la Escuela andaluza de salud pública
Por último, la jefa del servicio de Neumología del hospital Virgen de las Nieves, Concha Morales, traslada a IDEAL la importancia de mandar un mensaje claro a la ciudadanía:«No se puede uno exponer a este virus porque no se sabe qué evolución tiene en cada paciente», apunta. La facultativa sabe que las medidas restrictivas funcionan. Lo nota en el hospital.
«Nadie se puede exponer a este virus porque no se sabe qué evolución tiene en cada paciente»
Concha Morales | Jefa de Neumología hospital universitario virgen de las nieves
Si bien interpela a la «responsabilidad individual». «Que no tengamos que dejar que nos cierren para hacer las cosas bien, que se protejan a ellos y a los suyos y así podrán mantener su libertad», explica esta especialista. Morales está convencida de que esta es la «base fundamental» para solucionar el problema que estamos padeciendo. «La gente parece que solo toma conciencia cuando el virus le toca de cerca, pero a veces eso puede ser ya demasiado tarde», alerta.
Abrir la movilidad en Semana Santa, un auténtico «disparate»
Los expertos médicos y especialistas consultados comparten que es un auténtico «disparate» plantear una apertura de la movilidad en Semana Santa, tal y como ya se está mencionando en algunas tribunas políticas. Para ellos, la experiencia del verano y la Navidad debe hacer desechar de manera radical la idea de disfrutar de una Semana Santa normalizadas porque de haberlas provocaría más «muertes». Y les piden a quienes gestionan la pandemia que no generen falsas expectativas, pues se crea desafección en los ciudadanos, que son los que deben cumplir las normas.
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