La Inspección de Trabajo abre 87 expedientes por posibles fallos en la protección frente el calor extremo

Rodríguez Garvayo señaló que ocho de los doce expedientes concluidos, es decir, el 66%, derivaron en requerimientos a las empresas responsables para que corrigieran las condiciones de trabajo, pero ninguna infracción fue considerada de la gravedad suficiente como para imponer una sanción a la empresa o decretar una orden de paralización de la actividad. No obstante, esta situación sí podría producirse entre los 75 expedientes que siguen 'vivos'.

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales de 1995 ya regulaba la obligación de las empresas de establecer medidas para proteger a los trabajadores ante fenómenos meterológicos adversos y un real decreto de 1997 establecía las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo. En 2023 un nuevo real decreto concretó aún más la necesidad de adaptar los lugares de trabajo al aire libre ante los episodios de calor extremo –cada vez más frecuentes a causa del cambio climático– e incluso parar el trabajo en las horas de pico de calor con aviso naranja o rojo de la Aemet. Esta nueva normativa obligó a las empresas a revisar sus planes de prevención de riesgos laborales con estos nuevos criterios.

En algunos sectores, como el de la construcción, esas exigencias normativas se han traducido en protocolos de actuación que recogen medidas como la obligación por parte de las empresas de facilitar agua, crema solar, descanso en zonas de sombra y ropa de trabajo transpirable, así como medidas organizativas que permitan realizar las tareas que requieren más esfuerzo físico a primera hora de la mañana y establecer turnos rotatorios para evitar periodos prolongados de trabajo al sol.

Además, recordó Jesús Rodríguez, en la construcción está vigente una jornada intensiva de verano –de 7.00 a 15.00 horas– que evita las horas más calurosas del día. Y ese horario se cumple de forma generalizada.

Las actuaciones de la Inspección de Trabajo se inician motivadas por denuncias –normalmente, de sindicatos o de los propios trabajadores afectados, aunque cualquiera puede interponerlas– o bien de oficio, cuando este organismo dependiente del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social cuenta con información de alguna posible irregularidad en un centro de trabajo.

En el caso de Granada, buena parte de las denuncias ante la Inspección de Trabajo de este verano han sido interpuestas por Comisiones Obreras del Hábitat, presente en los sectores de la construcción y servicios como limpieza viaria, limpieza hospitalaria, recogida de basuras, jardinería y vigilancia.

Angustias Díaz, secretaria general de CC OO del Hábitat de Granada, explicó que el sindicato cuenta con un equipo de ocho personas que desde el 28 de junio ha realizado, por parejas, rondas de vigilancia por un centenar de obras de construcción de la provincia –fundamentalmente el Área Metropolitana y la Costa– y ha presentado más de 50 denuncias ante la Inspección por presuntos incumplimientos de las medidas para proteger la salud de los trabajadores en momentos de calor extremo. Este equipo, explicó, recorre las obras y, si aprecia alguna irregularidad, advierte al responsable. Si en una segunda visita la irregularidad persiste, CCOOinterpone la denuncia.

La carencia de agua es el problema más recurrente, señaló Díaz: no es suficiente con tener una botella de agua al lado; hace falta que la caseta de obra tenga agua corriente donde los trabajadores puedan refrescarse y agua para beber. «Hay obras grandísimas en un secarral en las que el punto de agua está a 300 metros de los trabajadores», explicó.

La sindicalista agradeció la labor de la Inspección de Trabajo, que está acudiendo a analizar muchas de las denuncias de CCOO, y reclamó más medios para que esta institución pueda realizar su tarea, ya que actualmente su plantilla está «sobrecargada».

Díaz reconoció que este verano no ha habido ningún percance grave relacionado con el calor. «Pero Granada es pequeña y sí sabemos que ha habido trabajadores que han sufrido desvanecimientos, dolores de cabeza, vómitos... incluso gente que ha ido a Urgencias por estrés térmico». Afortunadamente, no ha ocurrido ninguna desgracia. «El golpe de calor no avisa. Te caes redondo y no hay nada que hacer», recordó.