Un estudio vincula las infecciones en el embarazo con el desarrollo de autismo y esquizofrenia
Investigadores del Instituto López-Neyra de Granada hallan alteraciones en las conexiones neuronales de fetos de ratonas infectadas en la gestación
Inés Gallastegui
Granada
Lunes, 24 de febrero 2025, 00:07
Una investigación liderada por científicos del Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra del CSIC en Granada arroja nueva luz sobre la relación, ya apuntada ... por diversos estudios epidemiológicos y en laboratorio, entre las infecciones sufridas durante el embarazo y el desarrollo de trastornos neuropsiquiátricos como el autismo o la esquizofrenia en los hijos.
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Un modelo experimental con menos ratones de laboratorio
El estudio, en el que han participado también investigadores de la Queen Mary University of London (Reino Unido) y la Virginia Commonwealth University (Estados Unidos), demuestra que la activación del sistema inmunológico materno como respuesta a una infección altera el funcionamiento de proteínas clave en las células madre neurales fetales, explica su responsable, Juan Francisco López.
Aunque el estudio se llevó a cabo con ratones, subraya el investigador, desvela el mecanismo biológico –equivalente en humanos– por el que la respuesta del organismo de la madre ante una infección altera al desarrollo del cerebro del feto y tiene efectos permanentes que pueden aparecer años después. De hecho, el autismo suele debutar a partir del año y medio de vida del niño y la esquizofrenia, en la adolescencia tardía o los primeros años de la edad adulta.
El estudio se hizo con células madre neuronales de animales, pero el mecanismo biológico es idéntico en humanos
Esa respuesta defensiva del organismo puede producirse ante virus o bacterias, pero también frente al estrés, agentes contaminantes o alérgenos.
La investigación se realizó entre 2019 y 2023 con modelos celulares obtenidos de fetos de ratones cuyas madres fueron expuestas a un agente viral sintético que simula una infección pero provoca una respuesta real en el organismo de las gestantes. Después, el equipo realizó un estudio genómico y proteínico de esas células madre neuronales –que después se diferencian en neuronas y glías– y las comparó con las de ratoncitos de madres no manipuladas.
Menos conexiones
El análisis de la regulación de genes y proteínas reveló en los primeros «alteraciones significativas» en la expresión y fosforilación –un proceso químico que sirve como marcador de las reacciones a un estímulo externo– de la proteína MAP2. Esta proteína es clave en la formación de la estructura neuronal y la sinaptogénesis, es decir, la creación de conexiones entre las neuronas durante el desarrollo del feto.
En comparación con las células madre neuronales 'normales', las de los hijos de ratonas atacadas por una infección «presentaban una mayor arborización, más ramificaciones, pero menos conexiones sinápticas. Es decir, aunque se esforzasen por hacer conexiones, estas no eran eficientes».
Una de las conclusiones más sorprendentes del estudio, explica el biólogo, es que «las alteraciones detectadas no ocurren a nivel del ADN ni en la transcripción de los genes, es decir, no afectan a la producción del mensaje genético (ARN mensajero) que la célula usa como guía para fabricar proteínas», sino que se producen «durante la traducción, el proceso en el que la célula convierte la información del ARN en proteínas funcionales». Eso determina «qué proteínas se generan y en qué cantidad».
Alteraciones persistentes
«Nuestros resultados indican que la activación inmunitaria materna no solo afecta al desarrollo temprano del cerebro, sino que también genera alteraciones persistentes en la estructura y funcionalidad neuronal, lo que podría explicar la relación entre infecciones maternas y el riesgo de trastornos del neurodesarrollo», señala el investigador.
No es posible diagnosticar trastornos neuropsiquiátricos en fetos ni en niños recién nacidos, pero los investigadores sí relacionan sus resultados con estudios previos realizados con ratonas infectadas con el virus de la gripe cuyas crías desarrollan en su 'adolescencia' comportamientos equivalentes a los episodios psicóticos típicos de la esquizofrenia humana. O con los estudios que han hallado que la proteína MAP2 en los cerebros de personas con esa enfermedad mental presenta alteraciones.
En el estudio, financiado por la Agencia Estatal de Investigación y publicado en la revista 'Molecular Psychiatry', han participado, junto a Juan Francisco López, Sandra Martín Guerrero, María Martín Estebané, Antonio Lara Ordóñez, Miguel Cánovas, David Martín Oliva, Javier González Maeso y Pedro Cutillas.
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