Okupa en Granada

Esteban recupera su piso en el Zaidín tras la okupación: «Se ha llevado lo que había»

Esteban recibió una llamada a las 7.00 horas. El okupa le avisó de que dejaba el piso y, sin dilación, él y su hermano se plantaron en la vivienda para que ningún imprevisto más pudiera frustrar su sueño. El propietario ha cambiado ya la cerradura y ha instalado una alarma para que el «susto» no se repita. Además, instalará verjas para mayor seguridad. La vida de este joven granadino ha dado dos vuelcos en poco más de una semana. Una okupación y desokupación exprés.

«Ayer lo veia todo negro, pero por fin se ha resulto. Me quede a dormir a casa de mi hermano que vive cerca. Hemos venido corriendo cuando he recibido la llamada. El piso no está en mal estado, el hombre lo pintó. Eso sí, se ha llevado todo los que había, los muebles y ha quitado la cocina entera», cuenta. «No pasa nada, me ha hecho un favor porque estaban cuando compré la vivienda y con la reforma iba todo para fuera», sentencia el joven, que se admite «contento y feliz».

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La historia con final feliz de este granadino que ha sufrido una okupación viral comenzó la semana pasada. Esteban compró el bajo a finales de 2023 con la idea de reformarlo para entrar a vivir este año y la semana pasada comenzaba el arreglo del piso. Como trabaja fuera de la provincia, su hermano acompañó a los obreros y se encontró la sorpresa de que habían okupado el piso. El inquilino, un hombre de mediana edad, se había hecho con la vivienda hace cosas de un mes, según los cálculos de la familia. Hace dos meses fue la última vez que se pudo acceder a la al bajo para mejorar las instalaciones eléctricas.

Para que no perdiera su casa, la familia de Esteban empezó la semana pasada a buscarle al inquilino una solución habitacional. Hablaron con la parroquia, que consiguió una habitación pero el okupa se negó. Entonces, los Castillo ofrecieron al huésped indeseado, que ha sido denunciado a la Policía, el valor de varios meses de alquiler para que se fuera al piso que desease. Y finalmente lo ha hecho por voluntad propia, llevándose una suma de dinero.

En estos siete días, decenas de medios de comunicación se han hecho eco de la situación de este granadino, un hecho que ha facilitado que el inquilino se marche ante la presión.