Un pabellón en Granada para los que viven en la calle
Las estrictas medidas de seguridad impuestas por el Gobierno para frenar el virus obligan a activar alternativas sociales para asistir a las personas sin hogar
El Ayuntamiento de Granada ha habilitado un pabellón deportivo como albergue municipal para hacer frente a la crisis de índole humanitaria que se espera con ... la propagación general del coronavirus y su posible afección a las personas sin hogar. Tras un fin de semana en el que el Gobierno ha decretado el estado de alarma y las distintas instituciones regionales y municipales han activado medidas de control interno, uno de los colectivos que se había quedado en el alero era el de aquellos que viven en la calle y que, por tanto, no tienen dónde pasar la cuarentena.
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Siguiendo la senda que han marcado otros ayuntamientos, como por ejemplo el de la capital de España, el Consistorio granadino anunció ayer que pondrá a disposición de estas personas el polideportivo Paquillo Fernández. De acuerdo con el concejal de Bienestar Social, José Antonio Huertas, la intención es ampliar la cobertura que normalmente ofrecen el Centro de Alta Tolerancia y el Centro de Encuentro y Acogida, que con su capacidad limitada se habían quedado pequeños para cumplir las recomendaciones que dictan las autoridades sanitarias consistentes en, por ejemplo, garantizar la distancia entre individuos o evitar aglomeraciones.
Crisis del Coronavirus
La medida fue decretada ayer por el alcalde de Granada. Por un Luis Salvador que dijo tener la «firme voluntad» de liderar todas las iniciativas necesarias para que la ciudad de Granada sea capaz de vencer a este virus, sobre todo, haciendo gala de solidaridad «con los más desfavorecidos», dijo. La intención era, al cierre de la edición, que el recurso ya estuviera por la noche a disposición de las entidades sociales con el objetivo de que ninguna persona quedase desatendida.
El traslado al nuevo espacio se ha realizado de la mano de la Fundación Atenea, que continuará con la gestión del servicio como lo viene haciendo actualmente, y Cruz Roja, que se ha encargado de las camas y las mantas. Ha proporcionado un total de 40, que se tendrán que sumar a butacones que también se van a llevar al pabellón. En total, 75 plazas para este colectivo, cuyos miembros podrán salir y entrar con libertad de unas instalaciones en las que podrán ducharse, pasar el día o alimentarse apaciblemente. De la comida se encargará RestauraciónQS, que es la empresa que va a dispensar el alimento. Según el concejal, estarán en disposición de poder dar 100 comidas cada día. Asimismo, Casa Isla colabora aportando leche y dulces y el Banco de Alimentos, palés de fruta Asimismo, habrá un plan de desinfección para evitar contagios.
El sector, preocupado
Esta medida se ha puesto encima de la mesa a través del área de Bienestar Social en mitad de un clima de preocupación por parte del sector. La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía presentó ayer un escrito –suscrito por 29 asociaciones– en el registro municipal en el que pide al Consistorio información sobre qué está haciendo por atender al colectivo 'sin hogar'. IU-Podemos o el Defensor del Ciudadano también habían mostrado su inquietud por estas personas.
Las directrices del Gobierno central obligan a las administraciones y entidades a seguir unas pautas para controlar la expansión del Covid-19. Entre ellas, algunas ya consabidas como detener la actividad de aquellos centros en los que no se pueda garantizar la seguridad de los trabajadores o de los propios usuarios. Este es el caso de muchos recursos sociales. En ocasiones sus sedes son pequeñas, por lo que la falta de espacio impide que se pueda guardar la distancia de seguridad y de higiene que exigen las autoridades sanitarias. Asimismo, en muchos casos quienes realizan esta labor son voluntarios, que suelen ser personas mayores que están dentro del perfil de riesgo. Esto es suficiente para que muchas estén dejando de ir a comedores sociales o a centros de atención al transeúnte.
Esto ha provocado que hayan tenido que dejar de prestar servicio muchos recursos con motivo de la cuarentena. Entre ellos, los de ducha, botiquín o ropero de la Orden de SanJuan de Dios, que sin embargo mantiene el comedor aunque solo da comida para llevar. En Cáritas se han suspendido todos sus proyectos hasta nueva orden. Ya no hay formación, las atenciones pasarán a ser no presenciales y ha cerrado el centro de día para personas sin hogar de Motril o los roperos. Y en Edicoma ya no dan desayunos, solo cenas y a distancia. Por contra, se continúa dando servicio en el albergue municipal o Cruz Roja ha reforzado la Unidad de Emergencia Social.
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