«A España le falta interconexión y almacenamiento de energía»

Elvira Romera ha realizado un didáctico repaso a la regulación mundial en materia de seguridad nuclear y protección radiológica desde el descubrimiento de los rayos X por Roentgen en 1895, condicionada por los terribles efectos de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, que darían lugar al nacimiento del Organismo Internacional de la Energía Atómica en 1957 y a estrictas normas, basadas en principios éticos de atenuación de los riesgos para trabajadores, población y medio ambiente, para el uso de la tecnología nuclear con fines pacíficos.

La catedrática ha recordado que en España las centrales nucleares viven ya sus últimos años, en un contexto de emergencia de las energías solar y eólica, pero aún representan el 20% de la generación eléctrica, y algunas han renovado su autorización para operar varios años más. Así, los principales retos a los que se enfrenta el sector nuclear son el aumento de los residuos –hay siete temporales y se plantea la construcción de un almacén geológico profundo definitivo–, la gestión del envejecimiento de sistemas y componentes, el desmantelamiento de los reactores a su cierre y los planes de restauración de sus localizaciones.

La experta ha analizado las regulaciones que afectan a las centrales nucleares, las instalaciones radiactivas –como los servicios de radiología de los hospitales, más de 40.000 enEspaña– y las instalaciones singulares, entre las que se encuentra el futuro acelerador de partículas de Escúzar, que exige condiciones peculiares porque no hay ningún equipamiento de sus características en el planeta. «Existe un comité de enlace con el Consejo de Seguridad Nuclear para facilitar el licenciamiento de Ifmif Dones, porque es del máximo interés para España y para el mundo en el desarrollo de la energía de fusión», ha recalcado.

En cuanto al sector eléctrico, ha subrayado que España sufre un grave déficit en la interconexión de su red con los países vecinos –el 2%, frente al 10% recomendado por la Unión Europea para 2025–, y por tanto una balanza comercial negativa a pesar de su gran capacidad de generación de renovables. También padece una insuficiente capacidad de almacenamiento, de solo 3 GWh, mediante bombeo hidráulico. Ambos factores influyeron en el apagón ibérico del 28 de abril.

En la presentación y en el turno de preguntas, algunos asistentes han mostrado interés por conocer la opinión de la invitada sobre el cierre pactado entre las operadoras y el Gobierno en 2019. «Si Europa la ha declarado una energía limpia, ¿por qué en España la energía nuclear está maldita?», ha preguntado el presidente del club, Francisco Martín-Recuerda. Teniendo en cuenta que el sector renovable produce enormes cantidades de residuos –paneles solares y molinos eólicos– a los que aún no se ha buscado solución, a diferencia de los radiactivos, y considerando el ingente consumo que representan tecnologías emergentes como la inteligencia artificial –que ya consume el equivalente al gasto eléctrico de la India–, ¿por qué España no apuesta por las centrales nucleares como fuente de energía segura y estabilizadora del sistema?, ha cuestionado otro asistente a la charla, que incluso ha pedido a Romera «arrimarse», en un símil taurino. La conferenciante ha respondido con una larga cambiada.