El espacio arqueológico de Mondragones tendrá un pequeño museo y pasarelas en el yacimiento
La intervención, con un presupuesto de 1,7 millones de euros financiados por el Plan Alhambra, permitirá conservar los restos de época romana aparecidos en la zona en 2013
En 2013, después de que los terrenos de Mondragones fueran habilitados para su desarrollo, se iniciaron unas excavaciones que dieron lugar a la aparición de ... importantes restos arqueológicos en la zona. Huellas de antiguos edificios, parte de la trama urbana de una pequeña población y lo que parecían las huellas de una vieja almazara desvelaron a los granadinos una parte de su historia hasta ahora desconocida, la organización de esa área de Granada entre los siglos I y VI de la era actual.
A lo largo de sucesivas campañas, los tesoros siguieron aflorando en la parcela. Fue así como aparecieron los impresionantes mosaicos que ahora adornan el patio principal del Museo Arqueológico o como fueron hallados los restos de la domus vinculada al uso productivo de la almazara, además de viviendas que emplearon los restos como cantera en época posterior, bajo el reinado de los nazaríes.
La importancia de los hallazgos provocó un cambio en la planificación de la zona, que tenía previsto compatibilizar usos comerciales con el desarrollo de nuevas promociones residenciales. Aunque las funciones se mantuvieron, tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento acordaron poner en marcha los proyectos necesarios para la conservación del yacimiento, uno de los más importantes a nivel arqueológico ubicados en la ciudad.
Como parte del Plan Alhambra, que fue lanzado tras la pandemia por el gobierno autonómico para poner en valor elementos culturales de la capital nazarí, se planteó la posibilidad construir sendos edificios en la zona para conservar los restos aparecidos. Por un lado, un centro que permitiera que los visitantes pudieran conocer cómo era la trama urbana en el área de Mondragones en época romana. Por otro, un espacio similar centrado más en mostrar las huellas de la almazara y desvelar el funcionamiento de la cadena productiva en torno al olivar en los tíempos antiguos.
Pues bien, el Ayuntamiento acaba de aprobar la licitación del primero de los dos edificios, una actuación que permitirá poner en valor los restos y que supondrá una inversión que rondará los 1,7 millones de euros con cargo al programa de rehabilitación financiado con las aportaciones sobrantes del Patronato de la Alhambra y el Generalife.
El centro se levantará en la calle Rector José Vida Soria, frente al centro comercial y el espacio deportivo que hay en el entorno de Mondragones, en una parcela que cuenta con una superficie superior a los 15.000 metros cuadrados. El edificio proyectado constará de una única planta con una altura máxima de 8,80 metros en la fachada principal y 7,80 metros en la cara posterior, una diferencia debida a la pendiente del terreno.
De acuerdo al proyecto, las instalaciones contarán con un vestíbulo con más de 100 metros cuadrados de superficie, así como una pequeña recepción. Además, tendrá una sala de audiovisuales y una zona técnica. Para poder contemplar bien el yacimiento, se organizará alrededor de una serie de pasarelas que permitirán adentrarse en los restos de la trama urbana aparecida y disfrutarlos mediante la construcción de cuatro miradores.
«Una actuación de interés»
Desde el Ayuntamiento de Granada han valorado muy positivamente el inicio de la licitación del edificio, que va a servir para poner en valor el yacimiento. Para el responsable de Urbanismo, Enrique Catalina, se trata de una actuación «de enorme interés» al permitir la musealización «de los importantes restos de época romana aparecidos en la zona». Según ha explicado, en esta primera fase se acometerá la puesta en valor del 70% del yacimiento, mientras que el resto se acometerá más adelante con una nueva inversión que ya se prepara.
Como ha recordado en declaraciones a IDEAL, «el Consistorio tiene la atención puesta en esta zona por todo lo que supone de novedad para la ciudad, pues el entorno se configura casi como un barrio de nueva creación. Allí van urbanizaciones muy potentes con zonas verdes, un rocódromo, áreas de juego y la guinda es la conservación y musealización de los restos que ahora afrontamos».
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