La Escuela de Salud Pública seguirá en Granada, pero su sede administrativa estará en Sevilla
Mantendrá sus funciones tras la fusión con otras entidades de la que saldrá el Instituto de Salud de Andalucía, cuya tramitación quedó aprobada ayer
El Instituto de Salud de Andalucía (ISA), en el que quedará integrada la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), tendrá su sede administrativa en Sevilla. ... Los trabajadores de la entidad ubicada en Granada mantendrán su empleo y funciones, pero perderán un nombre reconocido a nivel internacional y pasarán a formar parte de una nueva estructura, compartida con la Secretaría General de I+D+i y la Fundación Progreso y Salud.
La Junta de Andalucía dio ayer vía libre al procedimiento para crear el Instituto de Salud de Andalucía. El consejo de gobierno aprobó la tramitación del anteproyecto de ley de esta entidad, que agrupará a los tres organismos con el objetivo de «dotar de armonía, cohesión y fortaleza» a la investigación e innovación y al asesoramiento en materia de salud. Por otro lado, el gobierno andaluz cumple con su compromiso de «racionalizar» esta rama del sector público andaluz, reordenando entes y reorganizando su régimen jurídico –la EASPes una sociedad anónima–.
Una meta que choca de frente con los valores que, según fuentes de la plantilla de la Escuela, han hecho de ella un organismo de prestigio en asesoría, formación e investigación sobre salud, tanto para profesionales de todo el mundo como para ciudadanos. Esa es la singularidad de la EASP: conjuga esas funciones en una sola estructura.
El consejero de Salud, Jesús Aguirre, dejó «muy claro» que «con este Instituto de Salud de Andalucía, toda la formación de la Consejería de Salud, incluida la formación del Servicio Andaluz de Salud, junto con la investigación propia, irá a la Escuela Andaluza de Salud Pública, cuya sede estará centralizada en Granada». Esto no quiere decir que la sede del Instituto estará en Granada, sino que la EASP –y sus empleados– no se trasladarán tras la fusión.
El ISA tendrá una dirección con rango de Viceconsejería y órganos de gestión en cada centro
Aguirre aclaró ante los medios que se mantendrá la adscripción actual de los trabajadores, que no habrá despidos de ninguna de las entidades y que el gasto en la creación de este Instituto será «cero». A priori, no habrá consecuencias relevantes –en lo laboral– tras la reordenación para crear una nueva agencia administrativa. Estará integrada en la Consejería y seguirá el «mismo modelo» que el Instituto de Salud Carlos III, entidad estatal que tiene vocación de servicio a la sociedad y además es una 'muleta' en el ámbito científico-técnico, dentro del campo de la sanidad, para el gobierno central.
El consejero resolvió una de las incógnitas expuestas por la plantilla de la EASP en los últimos meses: la de un hipotético traslado que hiciera que la prestigiosa escuela con sede en Granada pudiera acabar en Sevilla en este proceso de 'fusión'. Físicamente no estará solo en la capital andaluza. Pero sobre el papel, de forma oficial, tendrá sede en Sevilla, según confirmaron fuentes de la Consejería.
Nueva estructura
El Instituto contará con un consejo rector, presidido por el titular de la Consejería de Salud, y una dirección encabezada por una persona nombrada en consejo de Gobierno. Tendrá rango de Viceconsejería. Por debajo estarán la secretaría general y las direcciones de los centros de actividad –entre ellos, el de Granada–. Además, estará respaldado por un órgano consultivo y de asesoramiento de carácter científico, técnico y formativo.
Según detalló la Junta de Andalucía en un comunicado, entre otras funciones estarán la dirección y ejecución de las políticas de investigación, desarrollo e innovación, así como las de generación y gestión del conocimiento, en el ámbito sanitario, con especial atención a los campos de la salud pública y la gestión de servicios sanitarios; la aplicación y la promoción de la transferencia de tecnología en este sector, así como la compra pública innovadora en materia de salud; el diseño y coordinación de una estrategia de excelencia en materia de investigación, desarrollo e innovación en salud, o la coordinación de la política de investigación sanitaria con el marco estratégico andaluz de investigación, desarrollo e innovación. Seguirá siendo protagonista la formación en materia de salud «de toda la población andaluza, atendiendo especialmente a la cualificación profesional, del personal al servicio del sistema sanitario público de Andalucía».
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